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Las autoridades rusas anuncian el inicio de los ensayos de la vacuna rusa contra el covid-19 con 40 mil habitantes de Moscú, la última etapa de las pruebas.
Las autoridades moscovitas anunciaron este miércoles que comenzaron los ensayos de la vacuna rusa contra el covid-19 con 40 mil habitantes de la capital, la última etapa de las pruebas de la misma, anunciada en agosto con gran pompa.
“Los primeros participantes fueron vacunados en esta jornada en establecimientos médicos de la capital”, se congratuló en un comunicado la teniente de alcalde de Moscú, Anastasia Rakova, saludando un día importante no solamente para la ciudad, sino para todo el país.
En total, 40 mil moscovitas están invitados a participar en este estudio, para el que puede ser voluntario todo habitante de la ciudad con nacionalidad rusa y cobertura médica vigente.
Rusia anunció a comienzos de agosto que había desarrollado la “primera” vacuna contra el covid-19 por parte del centro de investigaciones Nikolai-Gamaleia, y en la ocasión el presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que una de sus hijas había sido vacunada.
Llamada ‘Sputnik V’, en honor al primer satélite artificial de la historia, la vacuna rusa es percibida con escepticismo en el mundo, sobre todo a causa de la falta de una fase final de las pruebas en el momento de ese anuncio.
Según el sitio web oficial de la vacuna, “la fase 3 de ensayos clínicos en que participan más de 2 mil personas” en varios países, comenzó el 12 de agosto, el día después al anuncio del registro de ‘Sputnik V’.
Más de 20 países han solicitado comprar mil millones de dosis de esta vacuna, de acuerdo al Fondo soberano ruso que participó en su financiación.
Numerosos países están trabajando actualmente en la puesta a punto de una vacuna contra el coronavirus, que ya se ha cobrado casi 900 mil vidas en todo el mundo.
Las pruebas clínicas de una de las vacunas más avanzadas, desarrollada por la universidad británica de Oxford y el grupo farmacéutico anglo-sueco AstraZeneca, acaban de ser suspendidas para analizar un posible efecto secundario grave en un participante. (iM-rrc)