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Una nueva investigación sugiere que un análisis de sangre podría detectar más de 20 tipos diferentes de cáncer.
Los científicos de la Universidad de Harvard crearon una prueba que busca identificar cambios genéticos vinculados con el desarrollo de tumores.
Los expertos la probaron en casi 3,600 muestras de sangre e identificaron correctamente a los pacientes con cáncer en el 99.4 % de los casos, y solo el 0.6 % eran diagnósticos erróneos.
Aunque aún no está claro cuándo estará disponible, los especialistas esperan que este descubrimiento permita que las personas sean diagnosticadas y tratadas lo antes posible para aumentar sus posibilidades de éxito.
¿Cómo funciona?
La prueba busca metilación anormal, un proceso que sucede cuando los grupos metilo se agregan a una molécula de ADN.
La metilación controla si un gen está “activado” o “desactivado”, con ciertas variaciones asociadas con el cáncer, es decir, las células cancerosas arrojan el ADN metilado al torrente sanguíneo cuando un tumor muere.
“Nuestro trabajo indicó que los ensayos basados en metilación superan a los enfoques tradicionales de secuenciación de ADN para detectar múltiples formas de cáncer en nuestra sangre”, indicó el doctor Geoffrey Oxnard, autor principal de la investigación a The Telegraph.
“Los resultados del nuevo estudio demuestran que tales ensayos son una forma factible de detectar cáncer en las personas”, agregó.
Así se llevó a cabo el análisis
Los expertos analizaron 3,583 muestras de sangre, de las cuales, 1,530 habían sido extraídas de pacientes con cáncer y 2,053 sin la enfermedad.
Dichas muestras estaban formadas por más de 20 tipos de la afección, incluidas las pancreáticas, ováricas, colorrectales y mamarias.
La prueba, que aún no tiene nombre, detectó una “señal de cáncer” el 99.4 % de las veces.
Después, los científicos analizaron si la prueba podría reducir la zona donde comenzó el problema, acertando el 89 % de los casos.
Al estudiar los “cánceres de alta mortalidad”, detectó el mal en el 76 % de las veces.
Dentro de este grupo, la sensibilidad para el cáncer en etapa uno fue del 32 %, la etapa dos en el 76 %, la etapa tres en el 85 % y la etapa cuatro en el 93 %.
“La detección temprana incluso de un porcentaje modesto de cánceres comunes podría traducirse en muchos pacientes que podrían recibir un tratamiento más efectivo si la prueba se usara ampliamente”, explicó Oxnard.
Las cuatro etapas del cáncer
Cancer Research UK señala que en la etapa uno el cáncer es relativamente pequeño y permanece en el órgano donde comenzó.
En la etapa dos el tumor es más grande que en la uno, pero no se ha extendido al tejido circundante. Sin embargo, en algunos casos, las células cancerosas pueden haberse diseminado a los ganglios linfáticos cercanos.
En la etapa tres el cáncer es más grande y ha comenzado a esparcirse al tejido que lo rodea. Las células malignas se encuentran en los ganglios linfáticos de esa zona del organismo.
Mientras que en la etapa cuatro el cáncer ya se propagó a otras partes del cuerpo.
Los resultados completos se presentarán en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica 2019 en Barcelona, España.
Según los informes, cuando se diagnostican temprano, los tumores cancerosos son más pequeños y no se han diseminado, pero una vez que la enfermedad ha hecho metástasis, el tratamiento se vuelve más complicado.
Estadísticas de la organización antes mencionada muestran que nueve de cada 10 pacientes con cáncer de intestino sobrevivirán más de cinco años si se les diagnostica en la etapa más temprana.
Y más del 90 % de las mujeres con cáncer de seno en la etapa más temprana viven durante al menos cinco años más en comparación con alrededor del 15 % de aquellas que se encuentran en la etapa más avanzada.
(iM-rrc)