Xataka
AGO. 30 (Eric Ramirez).- El cloro es el elemento químico número 17 de la tabla periódica, situado en el grupo de los halógenos. Su estado normal es en forma de un gas tóxico amarillo y verde; una vez procesado, el cloro se utiliza para desinfectar agua, algunas frutas y demás. Quizá en tu casa conozcas el cloro porque tu abuelita o tus papás lo utilizan hasta para lavar los trastes. Pero hay que moderar su uso, ya que podrías dañar tus prendas o, en el peor de los casos, tener problemas de salud.
Uno de los usos más comunes del cloro es para lavar la ropa blanca. Sin embargo, expertos en telas recomiendan tener cuidado, ya que puede ser corrosivo y dañar las telas.
Cuando utilizas este blanqueador para la ropa, solamente estás desgastando las telas debido al compuesto químico que puede provocar daños como endurecer y perder elasticidad; volver amarillenta las telas; y podría llegar a vulnerar tus prendas hasta el punto de romperse.
Por otro lado, la Profeco menciona que si, a pesar de estos problemas, todavía quieres lavar tu ropa con cloro, lo ideal es medir su uso. Es decir, utilizar media taza de cloro por cada 30 litros de agua, cuando es en lavadora.
Mientras que si lavas a mano, es 1/3 de taza de cloro por cada nueve litros de agua. Y lo recomendado es diluirlo en la misma agua para que no toque directamente las prendas.
La mejor forma para blanquear tu ropa, o cuidarla, es utilizando blanqueador de ropa sin cloro. Estos jabones son fáciles de encontrar en el súper y ayudarán a quitarle el tono amarillento a tus prendas. Además, los expertos recomiendan que, para que el proceso de lavado sea eficiente, lo ideal es: eliminar las manchas de la ropa antes de lavarla; revisar las indicaciones en las etiquetas; utilizar solo la cantidad de detergente necesaria; no mezclar lo blanco con prendas de otros colores; pon a lavar ropa con niveles de suciedad similares y separa la ropa delicada del resto. (iM-rrc).