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La psicoyoga es una herramienta que puede ayudar a controlar el pensamiento. “Es una metodología dirigida a mantener los recursos mentales, emocionales y físicos, a manejar el estrés y contribuir a alcanzar un nivel de rendimiento óptimo”, explica Tatiana Tommasi, psicóloga especialista en desempeño.
No es ningún secreto que nuestras rutinas han cambiado drásticamente debido a la contingencia sanitaria por coronavirus. El confinamiento nos ha llevado a aflorar sentimientos variados como enojo, tristeza y, en casos severos de estrés, incrementar la sensación de ansiedad y angustia.
La psicoyoga es una fusión de yoga con técnicas psicoterapéuticas que unen mente, cuerpo y espíritu, para mejorar el autoconocimiento, y controlar el estrés a través de la respiración y la relajación. Y de esta manera desarrollar habilidades que mejoren el rendimiento en los diferentes ámbitos tanto personales como profesionales, dentro y fuera del hogar.
Y es que trabajar de manera remota ha aumentado las jornadas laborales de forma casi invisible, siendo el estrés una de las principales consecuencias. A la deficiente organización del tiempo, se han sumado las variantes que implica el regreso a la “nueva normalidad”, como el miedo al contagio.
“Al encontrarnos en estados de estrés prolongados, el cerebro manda una señal de alerta a través de ciertas hormonas como la adrenalina, noradrenalina y cortisol, representando un costo energético bastante alto, generando un desgaste mental y físico”, comenta la ceo de Yolístico.
En la psicoyoga convergen varias técnicas de yoga como Iyengar, Hatha, Vinyasa y Kundalini, que se complementan con pilates y feldenkrais. También con mindfulness, mental training (Unestahl), técnicas corporales y, por supuesto, un seguimiento puntual del estado psíquico de cada persona.
El entrenamiento cimentado en la psicoyoga conlleva varios beneficios. Por ejemplo:
• Incrementa el control emocional
• Genera un balance entre mente y cuerpo
• Mejora las capacidades físicas: balance, flexibilidad, fuerza, resistencia, coordinación, velocidad de reacción
• Ayuda a identificar los hábitos de pensamiento para hacer cambio en ellos
• Mejora la atención plena, sostenida y selectiva
• Incrementa la tolerancia al dolor y la fatiga
• Mejora el aprendizaje de técnicas corporales que ayudan a tener un mejor control del cuerpo y mayor sensopercepción. (iM-rrc)