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- Marion Robinson, psicóloga de Médicos Sin Frontera, habla sobre las cicatrices que el conflicto armado en Irak dejó en la salud mental de la población, especialmente en la de los desplazados internos (alrededor de 100,000) que viven en campamentos, la mayoría mujeres y niños.
En Qayyarah -lugar que estuvo bajo el control del Estado Islámico (EI) durante dos años y medio, antes de que las fuerzas armadas de Irak retomaran el control del área a finales de agosto de 2016- Marion Robinson, psicóloga de MSF, habla sobre las cicatrices que el conflicto dejó en la salud mental de la población, especialmente en la de los desplazados internos (alrededor de 100,000) que viven en campamentos, la mayoría mujeres y niños. Robinson menciona los principales problemas que atienden y cómo el empoderamiento funciona para eliminar los miedos universales alrededor de los tratamientos psicológicos.”
¿Cuáles son los principales problemas de salud mental de los pacientes y a qué se deben?
En los últimos meses, las principales afecciones que más he visto son, en su mayoría, trastornos depresivos y de ansiedad. No puedo decir que haya una causa universal, pero sí que hay un número de factores que contribuyen y que están relacionados con el conflicto reciente y sus consecuencias. Algunas familias fueron separadas durante el desplazamiento, muchos han quedado traumatizados por la exposición directa e indirecta al conflicto; la mayoría han perdido sus casas y sus medios de subsistencia, y ahora viven en campos de refugiados, sin los medios financieros para sobrevivir; otros han tenido que vivir sin saber el paradero de sus seres queridos.
¿Quiénes son tus pacientes?
Sorpresivamente los porcentajes de hombres y mujeres son comparables. De acuerdo con un análisis que hicimos en mayo de este año, 57 % de nuestros pacientes son mujeres y 43 % hombres. Es una señal positiva que tantos hombres accedan a nuestros servicios de salud mental. En otros contextos se suele ver como un tema femenino.
Atendemos más adultos. Los niños (menores de 18 años) solo representaron el 14 % de nuestros pacientes a partir de mayo de 2019. No hay una razón definitiva para esto, pero podemos suponer que identificar los problemas de salud mental en niños puede ser complejo para las familias y sus cuidadores. Cuando un niño presenta estas conductas, los cuidadores piensan que primero tienen que llevarlo a un médico, en lugar que a un psicólogo o a un psiquiatra. Esto, quizá, debido a la falta de habilidad de los parientes para identificar problemas psicológicos en sus hijos. Además, su falta de conocimiento sobre la utilidad de la atención psicológica, o el estigma social alrededor del tratamiento en salud mental tienen una influencia.
¿Alguno de tus pacientes ha tratado de quitarse la vida?
Durante el mes pasado vi un número considerable de mujeres que llegaron al hospital por autolesión. La mayoría intentó quemarse usando fuego, lo que se encontró como un intento de suicidio. La manera en la que se manifiesta este comportamiento suicida en Qayyarah es casi único para mí, y este método específico -utilizando fuego para quemarse en lugar de utilizar un medicamento, por ejemplo- parece ser específico al género y al contexto. En conjunto, el número de pacientes con comportamientos de autolesión es alto, pero no hay indicadores que digan que está creciendo.
¿Cómo se percibe las enfermedades mentales?
El estigma sobre la salud mental es universal y real. Existe en todos los contextos e Irak no es la excepción, en la medida en que la gente que necesita nuestros servicios se abstiene de acudir a nosotros por temor al ridículo o la culpabilización de la sociedad.
¿Cómo reducir el estigma alrededor de la salud mental en este contexto?
Luchamos contra el estigma para empoderar a nuestros pacientes. Es decir, hablando abiertamente con ellos sobre sus tratamientos, beneficios y retos. Destacamos con evidencia cómo la salud mental los beneficia a lo largo de su tratamiento, además de fortalecerlos para que sean capaces de empoderan a otros en sus comunidades sobre el impacto positivo de estos tratamientos.
Desde que llegué al proyecto, un número de nuestros pacientes ha sido referido por sus familiares, amigos y vecinos, y eso es una señal positiva. Pelear contra el estigma es fundamental para que los profesionales de salud mental continúen trabajando con los pacientes, para que ellos puedan llevar una vida plena.
MSF en Qayyarah
MSF abrió un hospital en Qayyarah hacia finales de 2016 después de que el hospital principal de la ciudad había sido parcialmente destruido durante el conflicto. En julio de 2017, MSF inició actividades médicas en los campamentos para personas desplazadas en Qayyarah para brindar atención médica básica a la población desplazada.
La atención de salud mental es una parte fundamental de los servicios proporcionados por MSF para apoyar a las personas en esta región devastada por la guerra. Desde enero de 2019, más de 280 pacientes recibieron servicios de salud mental cada mes en el hospital de MSF en Qayyarah, y se han brindado más de 570 consultas individuales de salud mental a los pacientes que viven en los campamentos para personas desplazadas. (iM-rrc)