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Especialistas del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), desarrollaron dos modelos de ventiladores, con patente del Estado mexicano, denominados Ehécatl 4T y Gätsi, para atender a los enfermos graves de Covid-19, con un ahorro de 70 por ciento en precio promedio de mercado.
Para el gobierno federal representa el nacimiento de una industria nacional para salvar vidas y garantizar la independencia tecnológica y la soberanía nacional. De cada uno de los modelos se han producido, en un primer lote, 500 unidades.
Según la información que obtuvo La Jornada –y que hoy será presentada en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional–, para el desarrollo de los modelos mexicanos la Secretaría de Salud y el Instituto de Salud para el Bienestar invirtieron 227 millones 391 mil 592 pesos, mientras el Conacyt aportó 111 millones 960 mil pesos.
Los ventiladores mecánicos invasivos fueron creados en cuatro meses, en vez de los tres a cinco años que normalmente toma un proyecto de esta envergadura.
El Ehécatl (en náhuatl, Dios del Viento) tuvo un costo de producción de 230 mil pesos por unidad y por el total de los primeros 500 ventiladores de este modelo fueron 115 millones.
En el Gätsi (suspiro, en otomí) hubo participación conjunta entre el Estado y la iniciativa privada. Hace unos días, la directora general de Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, señaló que fue desarrollado por la empresa DTM Tecnologías y puesto a disposición del Estado mexicano. El consejo lo revisó a detalle, validó e integró la red de ensamblaje y proveeduría para fabricar 500 equipos.
La funcionaria detalló que su costo oscila entre 9 mil 600 y 11 mil 400 dólares, mientras los modelos comerciales adquiridos en China tienen costos de entre 20 mil y 50 mil dólares.
A principios de mayo, el canciller Marcelo Ebrard informó sobre los precios de cuatro modelos de ventiladores comprados a Estados Unidos: T-1 Militar, de 21 mil dólares (en el mercado es superior a 37 mil); T-1, 19 mil dólares (su costo normal es de más de 25 mil); C-1, 16 mil dólares (habitualmente cuesta casi 19 mil), y C-3, adquirido a 24 mil dólares, cuando su precio es de 25 mil 692 dólares.
Los equipos, sometidos a pruebas en pulmón artificial y en porcinos, tienen alta seguridad biomédica, sensores de control digital, ventilación controlada asistida y son de fácil limpieza.
En el diseño y fabricación de Ehécatl y Gätsi hubo trabajo conjunto de la academia, el gobierno federal y la iniciativa privada privada sin fines de lucro, utilizando tecnología mexicana, con alta calidad y seguridad biomédicas, ingeniería avanzada y serán accesibles para todos.
En los proyectos participaron la Secretaría de Salud con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, los institutos nacionales para Enfermedades Respiratorias y de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, así como los centros nacionales de Excelencia Tecnológica en Salud y de Programas Preventivos y Control de Enfermedades.
También, las secretarías de Economía, de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional.
Además del Cidesi, apoyaron el Centro de Investigación en Materiales Avanzados, el Centro de Investigación en Óptica y la Corporación Mexicana de Investigación en Materiales. Asimismo, la Universidad de Guadalajara. (iM-rrc)