A raíz de la denuncia que hicieran empleados del CEFERESO 15, ubicado en Villa Comaltitlán, sobre presuntos actos de corrupción por parte de directivos de esa prisión federal, ahora los trabajadores son víctimas de hostigamiento laboral y violación a sus derechos humanos.
De acuerdo a la denuncia por escrito llegada a nuestra redacción de varios empleados que se dicen hostigados laboralmente, señalaron tanto al director general de esa prisión, Guillermo Montoya de la Torre, así como la directora técnica, Guadalupe Estrada Meza y el compadre del primero, Alfonso Alvarado López, quien es el subdirector técnico, de iniciar “una cacería de brujas” para dar con la identidad de los empleados que hicieron la denuncia pública hace unos días.
Los empleados, que de nueva cuenta solicitaron la omisión de sus nombres, indicaron que los directivos del CEFERESO, a través de los especialistas en intervención de comunicaciones e informática Omar Javier Cruz Meza y Altuzar García obligaron a todos los trabajadores a entregar sus teléfonos celulares y computadoras para revisar “si han dado informes a la prensa”.
Y es que la semana pasada, los empleados denunciaron que la mayoría de los más de 2 mil 500 presos, son, presuntamente, extorsionados con la venta de privilegios por los directivos.
“Por extrañas razones, dos internos murieron en un lapso de 25 días, y los directivos, junto con un sujeto de la CNDH, de nombre Carlos Cervantes, dijeron a familiares de los muertos, que se “suicidaron” por “el estado emocional depresivo”.
Después de estas y otras anomalías, primero con los internos y ahora con los trabajadores, los empleados denunciantes exigen al Comisionado de Prevención y Readaptación Social, José Ángel Ávila Pérez, al coordinador general de los CEFERESOS en el país, así como a la Secretaria de Seguridad Pública y Participación Ciudadana (Federal), Rosa Isela Rodríguez, ordenar exhaustiva investigación sobre los supuestos “suicidios” de los dos presos, así como la serie de “pillerías” descritas aquí.