René R. Coca
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Tapachula, Chis; MAR. 19 (interMEDIOS).- A pesar de la crisis económica que vive el país y que se ha radicalizado ante la pandemia, la mayoría de los comerciantes siempre tratan de llevar agua a su molino en fechas especiales, donde la época de cuaresma no es la excepción.
Solo basta con ir al mercado para comprobar que el pescado, los mariscos y las carnes “blancas”; así como los huevos, las frutas y las verduras; han tenido un incremento considerable en sus precios al público, sin que la Procuraduría Federal del Consumidor u otra instancia oficial puedan frenar los abusos.
Al considerar que por respeto a la tradición de cuaresma, se evita comer carnes rojas, que de por si es ya muy difícil consumirlas el resto del año; gran parte de los comerciantes se aprovecha subir sus productos con el argumento de que hay escasez, de que ante el aumento de los combustibles está más caro, o de que a ellos se los vendieron con incremento de precio.
Lo cierto es que el dinero cada vez alcanza menos, y si le agregamos que el kilo no es de a kilo o que el litro no es de a litro, los alimentos y productos cada día son más difíciles de adquirir al grado que ya ni para tortillas, frijoles y chiles nos alcanzará si las autoridades no toman cartas en el asunto. (iM-rrc).
