Es Difícil Aceptar que Podrías Matar a Alguien por su Color: Jean Reno

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Jean Reno habló con The Independent desde su casa en Provenza, Francia, donde ha estado encerrado desde principios de marzo con su seis hijos y su esposa, Zofia, madre de dos de los niños.

El actor cumplirá 72 años en julio, y aunque probablemente su papel más conocido siga siendo el de un matón en la controvertida cinta de culto Leon: The professional, ahora se encuentra en el centro de una de las películas más políticas del año: Da 5 Bloods, la cinta sobre la guerra de Vietnam de Spike Lee, que el actor ha publicitado desde su teléfono, como llamando desde el espacio, hablando en un cuadrito.

Estamos muy aislados aquí, lejos de la enfermedad, así que no estaba preocupado (de enfermarse), expresó con su acento intacto luego de trabajar alrededor de tres décadas hablando en inglés. El primer mes fue difícil, mentalmente. Después de eso, encontramos una manera de reanimarnos. He estado tratando de no ganar peso y no beber demasiado. Hemos cuidado los árboles. Hacemos nuestro propio aceite de oliva. Es un árbol muy generoso, el olivo. Un poco de agua y te da aceitunas, aceite, madera para el fuego.

Mientras tanto, Da 5 Bloods se estrena en medio de una tormenta de ira e indignación. La película aborda la historia de cuatro soldados retirados Paul (Delroy Lindo), Otis (Clarke Peters), Eddie (Norm Lewis) y Melvin (Isiah Whitlock Jr), quienes regresan a Vietnam a buscar un cofre con un tesoro. Abre con la observación de Muhammad Ali de que “ningún Viet Cong lo llamó niger”, y anclada en la actuación de Lindo, como un partidario de Donald Trump que recita salmos, se refiere a la olvidada contribución negra a la guerra, con el acostumbrado estilo furioso de Lee.

Debido a su temática, Da 5 Bloods no podría haber sido menos que polémica, pero incluso su director debe estar sorprendido debido a las circunstancias en las que la película fue estrenada: las más grandes protestas por los derechos negros desde los años 60 por el asesinato de George Floyd, en Minnesota. El filme termina en un salón de clases cantando black lives matter, llamado que resonó en el mundo real de Los Ángeles a Londres, lo que le da un ligero aire de precognición, como si hubiera sido rodada en un mes. (iM-rrc)

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