La Contienda para Ganar el Oscar se Vuelve Virtual; ¿Qué Puede Esperarse?

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Esta es la época del año en que la compleja maquinaria de la temporada de premios de Hollywood está a todo vapor. Hay estrenos festivos y funciones especiales por montones, parte de un plan cuidadosamente orquestado para agradar a los expertos y, sobre todo, a los votantes de la academia.

Las películas podrán estar listas, pero su fortuna en los Oscar está en juego hasta que las boletas se entregan. Un brillante ecosistema de cocteles y coloquios busca cambiar el rumbo de la conversación hacia ellas.

Este año, con muchos en cuarentena, los cines cerrados en Los Ángeles y Nueva York, y asuntos más apremiantes que quién es nominado a mejor actor de reparto, la temporada de premios transcurre en un extraño vacío creado por el COVID-19 con muy poco de eso que suele alimentarla: el alboroto.

Para la fundadora de Awards Daily Sasha Stone, quien ha cubierto los Oscar desde el 2000, es algo nunca visto: una temporada de premios sin glamour, alfombras rojas ni nada que se sienta real. Compara la contienda de este año con los escombros que quedan flotando tras el naufragio de un barco.

“Falta el factor ‘¡guau!’. Los Oscar se han construido sobre la base de eso de alguna manera”, dice Stone.

Pero la temporada de premios sigue adelante pese a la pandemia y pese a que los más grandes estrenos del año han sido postergados. La fecha de los Oscar se aplazó dos meses, al 25 de abril, y la temporada de premios se ha hecho virtual.

Los productores, que suelen hacer todo lo posible para que los miembros de la industria vean sus películas en pantalla grande, han tenido que aceptar que las vean en sus salas, quizá incluso en una laptop, con muchas pausas y viendo de reojo su celular.

“El mayor reto es cómo hacer que la gente vea las películas. ¿Realmente van a verlas? ¿Qué van a ver? El 95% de una campaña de la academia es hacer que la gente vea la película, idealmente en la gran pantalla. Ahora no puedes hacer que las vean en pantalla grande; todos las están viendo en sus casas”, dice Cynthia Swartz, una de las mayores estrategas de campañas para los Oscar en la industria.

Hacer que una película (fuera de “Borat”) se mantenga en boca de todos ha sido casi imposible este año, ya sea porque la gente está abrumada por la pandemia, la falta de presencia física más allá de la TV o porque los espectadores prefieren ver en una sentada todos los episodios de “The Queen’s Gambit”. Swartz, que ha ayudado a campañas de todo tipo de cintas, desde “Boyhood” (“Boyhood: momentos de una vida”) hasta “Black Panther”, reconoció que “en este momento es difícil que las películas se sientan reales y se sienta que son permanentes”.

Todo el ritmo del calendario de la temporada ha sido trastocado. Las votaciones para las nominaciones al Oscar suelen ser a principios de enero, y la mayoría de los votantes ven las películas durante la época navideña.

Hacer que una película (fuera de “Borat”) se mantenga en boca de todos ha sido casi imposible este año, ya sea porque la gente está abrumada por la pandemia, la falta de presencia física más allá de la TV o porque los espectadores prefieren ver en una sentada todos los episodios de “The Queen’s Gambit”. Swartz, que ha ayudado a campañas de todo tipo de cintas, desde “Boyhood” (“Boyhood: momentos de una vida”) hasta “Black Panther”, reconoció que “en este momento es difícil que las películas se sientan reales y se sienta que son permanentes”.

Todo el ritmo del calendario de la temporada ha sido trastocado. Las votaciones para las nominaciones al Oscar suelen ser a principios de enero, y la mayoría de los votantes ven las películas durante la época navideña.

Será un reto mantener una película en el candelero hasta abril o marzo, cuando son las votaciones”, dice Tom Bernard, copresidente de Sony Pictures Classics, cuyas contendientes de este año incluyen el drama sobre demencia “The Father” (“El padre”), con Anthony Hopkins. “Será un camino muy diferente entre ahora y finales de abril”.

Esto ha cambiado sin duda el tipo de películas en la contienda. Muchas de las que pudieron haber sido favoritas este año, como “West Side Story” de Steven Spielberg o “The French Dispatch” de Wes Anderson, postergaron su estreno, abriéndole paso a producciones más pequeñas como “Nomadland” de Chloe Zhao, el drama coreano-estadounidense “Minari” de Lee Isaac Chung y la película sobre una reunión ficticia de íconos negros de la década de 1960 “One Night in Miami”, de Regina King.

Para algunos, es una posibilidad tentadora que las inusuales circunstancias de este año expandan las nociones tradicionales — y restricciones frustrantes — de lo que es una película merecedora de Oscar. (iM-rrc)

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