Escenario

©Rafael Victorio Ruiz

Refugio a extranjeros

Ni los muros de acero o de militares están frenando la migración; por la frontera sur mexicana miles siguen cruzando y caminando hacia el norte, buscando alcanzar el “sueño americano” a pesar de las presiones que ejerce el gobierno de Estados Unidos, aunque nuestro país ya no solamente es un territorio de paso, ahora se están quedando y por miles.

Lo anterior queda demostrado en el número de solicitantes de asilo. El registro de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) muestra el crecimiento desmedido de ello y aquí les presentamos los números oficiales. En el 2013 recibió mil 296 peticiones; en el 2014 fueron dos mil 137; en el 2015, pasaron a tres mil 424 y en el 2016 se triplicaron al llegar a ocho mil 796 y de ahí en adelante sigue el crecimiento, porque en el 2017 se inscribieron 14 mil 619; en el 2018, se tuvieron 29 mil 634 y solamente de enero a agosto de este año ya se contabilizan 48 mil 254.

Por país de procedencia Honduras ocupa el primer lugar con 23 mil 64 y le siguen El Salvador con seis mil 671; Cuba, cinco mil 371; Venezuela, cuatro mil 882; Haití, dos mil 876; Guatemala, dos mil 361; Colombia, 336; Brasil, 290; Chile, 189 y de otras nacionalidades 492. Queda claro que los africanos y asiáticos que llevan meses varados en la franja fronteriza sur mexicana no tienen interés en iniciar un proceso de asilo, sino irse a los Estados Unidos y Canadá.

Y es que es en la oficina de la Comar en Chiapas donde se tiene el mayor número de peticiones con 31 mil 745 y le sigue la Ciudad de México con ocho mil 637; Tabasco, cuatro mil 37 y Veracruz tres mil 835; lo que significa que no solamente estamos siendo receptores de migrantes que buscan cruzar territorio nacional sino que también llegan para quedarse. Del total de las solicitudes, solamente han sido resueltos unos cuatro mil y de ellos, mil 852 en forma positiva y dos mil 187 negativa.

El fenómeno migratorio se registra desde hace muchos años; quienes vivimos en la región de la frontera sur mexicana lo vemos, aunque a finales del 2018 y principios del 2019, hizo crisis con las caravanas de miles de extranjeros que cruzaron no solamente por el puente internacional “Rodolfo Robles” sino también por el río Suchiate. Hoy siguen cruzando, sino ¿cómo se entendería que en el mes de agosto llegaran a Estados Unidos más de 60 mil? Simplemente cambiaron de ruta y métodos de paso, incluso se habla de que se incrementaron las cuotas de traslado de los “polleros”.

Pero no solamente ingresan de Centroamérica y lo vemos en las estadísticas de la Comar, vienen de Sudamérica y El Caribe, pero queda claro que hay de otras regiones del mundo que no vienen a quedarse y precisamente en ese sentido, en las últimas semanas se ha recrudecido una emergencia por la presencia de miles de africanos y asiáticos en Tapachula, pero no solo eso. Siguen cruzando por el río Suchiate.

El fortalecimiento de la seguridad con la Guardia Nacional y la Policía Federal en apoyo al Instituto Nacional de Migración lo único que han hecho es contener los flujos de extranjeros que ingresan y llegan a Tapachula. Se calcula que aquí están varadas varias decenas de miles de personas de más de 20 naciones y entre estos se encuentran los solicitantes de refugio, pero muchos de ellos, como consecuencia que no los dejaron seguir su camino y en cuanto les determinen su situación de estancia, podrían irse al norte o quedarse.

Resulta urgente que el gobierno federal encuentre una solución al fenómeno migratorio y lo atienda, sobre todo al que estamos enfrentando en esta frontera sur y solamente en cuanto a la definición de su situación de estancia, también a la emergencia en salud, al no haber controles específicos, tanto es que los informes de las instituciones del ramo señalan que el 30 por ciento de sus atenciones son a migrantes.

A los africanos el Inami los está declarando apátridas y por ende, una acción para retornarlos a sus naciones de origen se hace imposible y no solamente por el costo económico que representaría, sino porque la misma autoridad se está “amarrando el dedo”, para mantenerlos aquí, cuando en el documento de registro los pone como “sin nacionalidad” cuando los que se presentan claramente establecen su procedencia: Congo, Camerún, Ghana, Etiopía, Eritrea, La India o cualquier otro país africano o asiático.

La Secretaría de Gobernación pareciera que estaría empezando a encontrar una salida mediante un programa de regularización de estancia, pero más del 95 por ciento de los extracontinentales no quieren quedarse en México, sino continuar el viaje hacia los Estados Unidos y Canadá. Así que la crisis migratoria va para largo y ningún muro la detendrá. Lo que queda, es buscar el mecanismo de brindarles una atención integral, aunque empleos no hay ni para los mexicanos, menos para los extranjeros.

A escena

Vergüenza es la que no tienen la mayoría de los diputados locales de Chiapas al pretender engañar con supuestos informes legislativos de lo que no hicieron, es el caso de Sergio Rivas Vázquez, de Morena en Tapachula, quien en sus redes sociales dice que “va a informar sin gastos millonarios, sin esos grandes salones que se llenaban con gente acarreada, ni gallardetes, lonas o espectaculares, menos con esos grandes banquetes a costa de los dineros del Honorable Congreso del Estado”, la realidad es que no ha hecho absolutamente nada y la honorabilidad, los legisladores la desconocen… Seis hectáreas fueron donadas por el cabildo tapachulteco para la construcción del primer cuartel de la Guardia Nacional en la frontera sur del país, aunque ese proceso tiene que pasar a manos del Congreso del Estado para que se apruebe… Otras 408 que permanecían invadidas desde el año 2017 en el municipio de Villa Comaltitlán fueron restituidas a sus legítimos propietarios, por lo que sectores productivos reconocen las acciones emprendidas por el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas para lograr el restablecimiento del estado de derecho… Hasta la próxima.

(iM-rrc)

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