El nuevo mexicano.
El tiempo pasa, la tecnología avanza y las sociedades son presas de los cambios y las transformaciones. Muchos de estos cambios son impulsados por los propios gobiernos, aunque no necesariamente suelen ser hacia el progreso, sobre todo si educación e ideologías hablamos.
Lo que los niños y jóvenes aprendan en sus hogares, en las escuelas, en las calles o en las plataformas digitales, marcará en definitiva el rumbo de cada nación.
Cada gobierno en México ha querido dejar su huella en nuestro sistema educativo; hoy dicen que los gobiernos anteriores crearon una cultura aburguesada que desprecia a la clase trabajadora; ahora buscan implantar una ideología enfocada hacia el socialismo y el comunismo de pensadores como Carlos Marx y Lenin.
Estas ideologías nacieron a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando la ciencia, la tecnología y los estudios históricos del ser humano aun no estaban tan desarrollados como hasta hoy, donde hemos logrado descifrar nuestro ADN y hacia dónde nos podríamos estar dirigiendo en el proceso evolutivo.
Nuestros jóvenes y niños están siendo conquistados por la basura informativa que absorben en las plataformas digitales, envileciéndose y sin darse cuenta que el crimen organizado los observa en dichas redes.
Los retos virales les están provocando hasta la muerte, como el juego de “el que se duerma al último gana” que consiste en consumir sustancias de alto riesgo o medicamentos controlados como el clonazepam.
Es distintas partes del país se han presentado casos por intoxicación por consumo de productos como brownies con marihuana y afuera de las primarias y secundarias podrían estar consumiendo drogas en forma de dulces.
México atraviesa por una peligrosa crisis generacional de enfoque y formación del futuro mexicano. A partir de la pandemia del covid-19, casi millón y medio de alumnos abandonaron las aulas y aun no se sabe si regresarán o buscarán otras alternativas de aprendizaje. Se suponía que con los programas para los jóvenes se reduciría el número de ninis, que son los que ni estudian ni trabajan, hoy el 18% de los jóvenes siguen en ese rubro; sin contar todos aquellos que están siendo reclutados por las bandas criminales.
La Secretaría de Educación Pública pretende construir un nuevo mexicano y está bien, pero no necesitamos mexicanos ideologizados, necesitamos un nuevo mexicano pensante, creativo, reflexivo, crítico, moderno y hasta soñador.
Sin duda es importante que aprendan las grandes aportaciones al pensamiento político que hicieron Marx y Lenin, es más deberían aprender todas las teorías; el problema es que el marxismo leninismo sirvió para sustentar formar gobiernos dictatoriales o totalitarios donde no existen las libertades y sólo cuenta la voz de del jefe del Estado.
Los tiempos modernos nos exigen nuevos retos y por tanto nuevas generaciones que aprendan del pasado pero que sean libres de pensamiento. Urge atender estos problemas y todos debemos involucrarnos, padres de familias, maestros y autoridades, porque sólo unidos podremos reinventar a ese nuevo mexicano que andamos buscando.