El sexenio municipal de Carlos Morales, fue el del saqueo, el atraco y la rapiña; deja una capital devastada y en ruinas viales.
(En seis años fue un atraco con el agua, los embargos y apropiaciones patrimoniales, y una fábrica de rapiña con las infracciones viales)
Son seis años que está a punto de concluir una época municipal de saqueo y corrupción en la figura de Carlos Morales Vázquez, tres años con la denunciada “caja chica” del ayuntamiento municipal, la explotación del agua entubada con el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (SAPAM), que ha sido un referente de muchos gobiernos municipales que han pasado por la capital de Chiapas de diversos partidos políticos, y que ahora no solamente no fue la excepción, sino fue “peor”, el atraco al ciudadano por el agua, y otros tres años de “embargos a propiedades a propiedades” de los Tuxtlecos ajusticiados con el engaño de que se debían impuestos municipales, y la otra la rapiña y atraco contra la población que conduce automóviles y motocicletas, con el único fin de infraccionarlos, ”cazándolos” en lugares estratégicos de movilidad vial en Tuxtla Gutiérrez.
Una cacería histórica del agente de transito contra el conductor vial, solamente para reunir más dinero para llenar las arcas municipales o para ir a parar a alguna bolsa de algún pantalón. Atracos con la bandera del aumento del agua, corrupción por los “embargos” a patrimonios y propiedades de viviendas y terrenos y la rapiña de quitar placas a automóviles para pagar infracciones.
Ningún ciudadano Tuxtleco o residente capitalino puede negar que por vez primera en este sexenio municipal de Carlos Morales Vázquez, se le haya aumentado la cuota del agua potable en exceso, fue un pillaje que se montó para despojar al ciudadano, y fue parejo el apretón con los recibos de agua, nadie puede negar, la forma arbitraria que se vivió la campaña de avasallamiento y depredación que se montó por parte del ayuntamiento para “embargar propiedades tanto casas como terrenos”, un caso insólito único en el país y que fue “alcahueteado” por autoridades federales y evidentemente no se puede negar la treta y maña que se vivió con las infracciones viales que aparte que subieron los precios exageradamente, los agentes de tránsito se convirtieron en “funcionarios rapaces” calificándolos de “buitres de las calles”.
Curiosamente habían grupos especiales que en los seis años manejaron el atraco del agua en contra del pueblo, sean pobres, clase media o gente adinerada, también hubo grupos especiales que se dedicaron al “embargo de propiedades” y hubo grupo especial de agentes de tránsito donde fue la mujer de tránsito la que agarraron de anzuelo para aplicar esta postal de corrupción, y los últimos meses iba una fémina para hacer “la multa” y un masculino para quitar la placa en menos de 20 segundos, todo un ardid bien montado para cometer la infracción. Por eso la gente capitalina tiene derecho de denunciar que fue “El sexenio municipal del saqueo, el atraco y la rapiña”.
Diario de Chiapas, en una investigación periodística denunció ayer, la operatividad de los atracadores callejeros de vehículos quitándoles las placas para las multas, y se señala: “La instrucción se cumple y si no los agentes son castigados, mandados a trabajar “dando agilidad a la movilidad en los semáforos”, parados, sin descanso. Las voces que dan cuenta de ello se meten en el anonimato por la sencilla razón de que los corren y dada la situación precaria de empleo en que se encuentra la capital, prefieren aguantar humillaciones. De hecho, en el estricto sentido de la recaudación de los recursos, éstos son legales, aunque la diferencia recae en los métodos arbitrarios de los uniformados, cuya función ya no es estrictamente darle movilidad vial a la ciudad, sino competir por ver quién realiza más sanciones pues de ello depende que sus bonos incrementen” y agrega:
“son más de 2 millones 500 mil pesos los que el Ayuntamiento a través de Tránsito “recauda”, dinero que sirve para la operación política del alcalde Carlos Morales Vázquez. Resulta que ahora no sólo SMAPA resultó ser la caja chica del Ayuntamiento, sino que la operatividad “clandestina legal” de los agentes de Tránsito, se ha convertido en la “caja grande” de la autoridad municipal, quien, habría que reconocerlo, ha sido una buena estrategia, pues, aunque los usuarios brinquen y pataleen, al final se someten a la infracción aplicada y si mientan madre, les va peor porque su multa raya en lo grotesco”, y finaliza
“Las infracciones que ha padecido casi el 100 por ciento de los automovilistas y motociclistas en el primer cuadro de la ciudad y en los lugares estratégicos que el Ayuntamiento delimitó como zona prohibida para estacionarse, así ésta esté fuera del perímetro central de la ciudad, son en realidad una afrenta al ciudadano. Una cachetada que la dirección de Tránsito les asesta a los usuarios, en el sentido de que, en lugar de auxiliarlos, de recibir un exhorto, una consideración de que no se aparque porque “afecta la comunicación vial”, los regaña, insulta y los sanciona- El alcalde Carlos Morales Vázquez fue muy astuto para explotar a la población, para sacarle jugo a la recaudación de un dinero que no se tiene claro el destino que se le da y no se sabe justamente por la cerrazón de sus funcionarios que evaden responder a estas interrogantes”.
Termina pues un sexenio municipal a solamente un mes que concluya, y que tiene mucho que explicar al pueblo y ciudadanos de Tuxtla Gutiérrez, que lo primero que recibió fue “rejas de acero” que se instalaron en el Palacio Municipal, para protegerse y resguardarse de la población, los funcionarios municipales de Carlos Morales. ¿Ahora ya sabemos por qué? ¿Fue el sexenio municipal del saqueo, el atraco y la rapiña?
La nueva chiapanequidad pública se fortalece para buscar la experiencia del trabajo en favor de Chiapas.
Se preparan los próximos diputados locales de la 69 legislatura local de la nueva era, con la finalidad de brindar y establecer las bases legislativas que guiarán los futuros trabajos en materia de técnica legislativa y del funcionamiento interno del Congreso del Estado, se preparan y es único el ejemplo de los también futuros alcaldes de la principales ciudades de Chiapas, se buscan acuerdos con funcionarios federales, se reúne con los mas representativos de las fuerzas vivas de cada ciudad, se reúnen e intercambian ideas con alcaldes del norte del país, y se visitan a ciudades extranjeras para armonizar más el diseño y la estrategia del futuro trabajo municipal.
Por parte del gobernador electo Eduardo Ramírez que entrara en funciones también se reúne con futuros secretarios de estado, se presentan trabajos de industrialización y turismo de primer nivel para Chiapas, se presentan proyectos carreteros de gran calado, se acuerdan proyectos culturales, como implementar el Librobús, que consiste en un autobús lleno de libros con el que se podrán hacer círculos de lectura, impulsar el programa “Chiapas Lee” los primeros 100 días de gobierno; y crear nuevas librerías en las que incluirán libros de literatura, filosofía, historia, ciencia y tecnología, y sobre todo fomentar el hábito de la lectura, para que nadie se quede sin leer, porque las nuevas y futuras autoridades estatales están convencidas que un pueblo ilustrado, es un pueblo adelantado.