Comentario Zeta

©Carlos Z. Cadena

Fernando Coello, hombre de trabajo a sus 90 años, cosechando reconocimientos y éxitos.

Hablar de Fernando Coello Pedrero, es hablar de un personaje Chiapaneco, que con sus más de 90 años a cuestas, no solo ha demostrado en su vida el buen tino para sus empresas Firmas y sociedades, sino un altruista reconocido y amigo de grandes empresarios, dirigentes sociales y de políticos de gran calado. A lo largo de su vida ha tenido reconocimientos por todo el país, y últimamente lo han reconocido Universidades mexicanas, grandes grupos de la filantropía internacional y nacional y hasta en demarcaciones hispanas en Estados Unidos.

En una entrevista que le hicimos hace casi dos años, para Diario de Chiapas digital, expreso que su vida fue de sacrificios y desazones por su dedicado trabajo, logró tener negocios y fincas en Tapachula, Comitán, Tuxtla Gutiérrez, ciudad de México y Villahermosa.

Fue un tenaz e incansable trabajador en toda su vida, idealista y visionario industrial, hombre de negocios y proyectos, en donde en los últimos dos meses, manifestó su deseo de participar en la construcción del Tren Transísmico que conectará al Océano Pacífico con el Golfo de México, y hace apenas días, los proyectos de la creación de una fábrica de ropa y la inversión para la construcción de un teleférico, para ayudar a la planta laboral de las mujeres en la primera, y el turismo en San Cristóbal de las Casas, en la segunda.

“Yo siembro muchas envidias por la forma de trabajar con tenacidad ayudando a la gente y a mis indígenas”

Sostuvo en aquella entrevista para Diario de Chiapas.

Su relación con Andrés Manuel López Obrador desde hace más de 36 años, a quien conoció en Villahermosa Tabasco, donde Fernando Coello tenía negocios y fincas, desde donde mantuvieron desde entonces una sólida amistad que lo llevaría a ser un “asesor honorario”, cuando el ahora Presidente de México, López Obrador fue Jefe de gobierno del Distrito federal. Fernando Coello fue amigo de sus padres de López Obrador y una enfermedad de uno de ellos, hizo que se vinieran a vivir unos meses a Tuxtla Gutiérrez, en unos departamentos propiedad de Coello Pedrero en la colonia Moctezuma. Fueron momentos de fraternidad familiar entre ambas células naturales afines de familias. “Ahora me odian por eso, yo que culpa”, dijo también en la entrevista.

Tal vez lo que identifico a López Obrador y a Fernando Coello, es que el primero tras licenciarse en la UNAM, realizó una importante labor por los indígenas chontales en el Instituto Indigenista de Tabasco, donde fue director en 1977, mientras en Chiapas, Coello Pedrero, fue un pertinaz y obstinado a lo largo de muchas décadas ayudando a los que llamo sus hermanos indígenas, en los altos de Chiapas. Hoy reaparece Fernando Coello, como asesor honorifico en la Cámara de senadores, donde nuevamente aparecieron las campañas mediáticas inducidas, lo que no se puede negar es esa amistad entrañable y afectuosa de los López y los Coellos, donde el admirado personaje, también trasmite suspicacias cuando lo invitan a los más importante eventos de la cuarta trasformación, donde siempre está en primera fila y donde siempre lo va a saludar el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Mientras viva Don Fernando Coello, será el anfitrión de lujo del Presidente de México, les duela a quien le duela y les pese a quien le pese. La historia no se puede cambiar.

En Enero de 2018, el afamado portal periodístico de Índigo Staff, explicó algo de la relación entre AMLO y Fernando Coello, mucho antes del 1 de Julio:

“Coello y López Obrador son amigos, y no temen en demostrarlo; en varias ocasiones el empresario ha expresado abiertamente que “su gallo” es el Tabasqueño- , y varias veces lo ha respaldado en eventos públicos. Este viernes por la tarde visitó Acala y ahí ocurrió algo que llamó la atención: durante el mitin, luego de hablarle a la gente, AMLO invitó al templete a Fernando Coello Pedrero, con quien se dejó fotografiar y permitió que la gente lo ovacionara. La relación que existe entre ambos se dio gracias a la geografía y al mundo de la política y el poder; AMLO es originario de Macuspana, Tabasco, una región muy cercana a Chiapas”.

Pero no solamente eso, AMLO, invitó a la principales ciudades de Chiapas Tabasco, Veracruz y ciudad de México, a Fernando Coello, durante su campaña Presidencial, donde ya deja un sello histórico de ser el mexicano que más ha participado en una campaña Presidencial, y lo hizo muchas veces y hasta una silla de ruedas como testigo, pero que ahí estaba el personaje de Chiapas.

El pasado 3 de Julio de este año en Comentario Zeta, señalamos textualmente: “No cabe duda que Don Fernando Coello Pedrero, es un chiapaneco al que le guarda un afecto y cariño muy especial el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador. Es un personaje que ha jugado un papel en la historia con el ahora mandatario de todos los mexicanos. Ha sido un invitado especial en las celebraciones y ceremonias de la cuarta transformación. No deja siempre de saludar a Don Fernando Coello, el Presidente de México. Abrazos no de hermano, casi de padre, pocos saben que un tiempo vivieron sus padres de AMLO, en Tuxtla Gutiérrez, y el mismo con quien fue su primera esposa, y fue Don Fernando Coello quien los atendió, y hasta vivió en una de sus propiedades.

Se conocieron en Tabasco cuando en alguna ocasión se fue a vivir el Chiapaneco, y el joven López Obrador, empezaba su política de la lucha en contra del poder de la tercera transformación. Cuando AMLO fue jefe de gobierno del DF, Coello Pedrero, fue su asesor principal y casi desayunaban todos los días en la capital del país. Había una línea fraterna de admiración y respeto. Hasta ahí parte de lo que escribimos este 3 de Julio de 2019.

En el año 2000, cuando fue nombrado “asesor honorifico”, en la Jefatura de Gobierno con López Obrador, adquirió relevancia y admiración el personaje de Chiapas, porque no hubo uno solo de los funcionarios federales de la tercera transformación que criticaran o reprendieran a Fernando Coello, denostaban a López Obrador, menos a Fernando Coello. Hace días que trascendió que el chiapaneco longevo lo habían nombrado también “asesor honorifico” del Senado de la República, inmediatamente afloraron las campañas mediáticas en contra del célebre Chiapaneco. A pesar de su edad, lo envidian muchos políticos de los exgobiernos del Pabliato y el Sabinato.

Mientras en otros lugares del país y del extranjero, Fernando Coello, es un reconocido ilustre y prestigioso ser humano, en su natal Chiapas, el éxito, el triunfo y los muchos laureles en su cabeza, es pecado, imperfección y falla. A sus 90 años, todavía trabajando, levanta expectativas y atenciones de envidias y pasiones, pero lo curioso es que esas campañas de deshonra, lo convierten más todavía en un célebre e ilustre ciudadano.

Nunca se había observado críticas y tachas en contra de un veterano Chiapaneco trabajador, que a sus 90 años, no deja de ser un ciudadano admirado y reconocido por propios y extraños y que a su edad levanta disputa y discusión, y no lo hacen veteranos de esa edad, sino personas más jóvenes que muestran justamente que hay una campaña plenamente promovida e inducida. Don Fernando sigue levantando suspicacias. ¿Popularidad? Eso es la gloria en centavos. Así las cosas.

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