Redacción
Tapachula, Chis; MAY. 04 (interMEDIOS).– La reciente visita del senador Gerardo Fernández Noroña a Tapachula no solo fue un ejercicio de diálogo sobre el Poder Judicial; fue también, y sobre todo, un escaparate político donde quedó evidenciado quién tiene el control y la fuerza en el movimiento de regeneración nacional en el municipio: Yamil Melgar Bravo.
Con una asamblea informativa que reunió a simpatizantes y cuadros del partido en el Centro de Convenciones del Hotel Loma Real, fue el presidente municipal quien marcó el ritmo desde el primer momento. Yamil no solo recibió a Noroña, lo hizo como lo hacen los líderes con legitimidad: con estructura, respaldo ciudadano y rumbo definido.
No hizo falta alardear. La fuerza se notó en las formas: en el trato institucional, en la organización impecable, en la claridad del mensaje. Yamil Melgar habló con firmeza, sin estridencias, pero con palabras que retumbaron: “Noroña es pueblo… y Tapachula también”.
Ese momento, cargado de simbolismo, no pasó desapercibido para nadie. Tampoco para el propio Noroña, que encontró en Yamil no a un anfitrión improvisado, sino a un dirigente consolidado, con base territorial, con capacidad de operación y con la confianza del movimiento.
Tapachula no tiene dudas. Morena tiene rostro, tiene liderazgo, tiene dirección. Y se llama Yamil Melgar Bravo.
Porque cuando se habla de músculo político en la región, basta con mirar quién convoca, quién organiza, quién mantiene unidad, y sobre todo, quién no improvisa. Yamil no solo gobierna: conduce. (iM-rrc).