Se debe honrar a David Castillejos con ley de “Primeros Auxilios” en favor de la UNICACH.
(De grilla barata, paso a ser un tema de conciencia estudiantil y humana)
El pasado jueves 13 de octubre, ocurrió un escenario dramático y conmovedor, en la Universidad de la UNICACH, cuando al medio día, falleció el alumno de la licenciatura en Lenguas con enfoque turístico, David Castillejos Gómez, por un trastorno de convulsiones conocido como ataque epiléptico, evidentemente que esa postal de tragedia entristeció a muchos de sus compañeros, sin embargo pese al esfuerzo de estudiantes que lo asistieron y buscaron darle la atención debida esa tarde fatal, inclusive su Papa que llego rápidamente –le avisaron-, logró darle aire de boca a boca, y lo llevó a una clínica particular cercana, lamentablemente el joven David Castillejos, falleció.
Un jueves 13, difícil y complicado que se vivió en la UNICACH, inclusive hubo lágrimas y lamentos para el joven que era conocido, y destacado como un joven propositivo y con gran valor moral, porque antes había estado como estudiante de música, pero algo ocurrió y por la noche empezaron aparecer una intensa información en las redes sociales buscando trastocar y perturbar el suceso, donde la vileza se entrelazo con la infamia y hasta la ignominia, y un caso de duelo y funeral, intereses oscuros y tenebrosos estratégicamente politizaron el escenario y la perversidad empezó aflorar de que no se le había asistido o darle los primero auxilios al joven fallecido.
Privó tanta la degradación y la infamia que culparon inmediatamente al rector y maestros del caso, y el alegato era que no le habían dado los primeros auxilios al estudiante, inclusive al rector Juan José Solórzano Marcial, le publicaron a las pocas horas en las redes sociales fotografías de su persona con sangre en su ropa y lo acusaban de patibulario y criminal de lo sucedido, cuando él, se encontraba en la ciudad de México, a donde iba a un evento de la ANUIES, (Organismo de las Universidades de todo el país) y al que canceló para regresarse inmediatamente a Tuxtla Gutiérrez, cuando le informaron del lamentable caso.
Estas informaciones que señalamos evidentemente fueron saliendo a la luz del poder de la verdad, porque desde el sábado y el lunes privaron reuniones ya entre autoridades universitarias, familiares y compañeros de buena fe de David Castillejos, porque las avalanchas de desinformaciones en las redes sociales alcanzaron un clima de confusión y desconcierto, donde la grilla empezó a crecer, los malquerientes y francotiradores empezaron a bombardear, y la razón era obvio, al menos 350 personajes que se encontraban en una nómina confidencial, habían sido dados de baja en los 20 meses que lleva este rectorado de la UNICACH, sumado a los boicots y maquinaciones que hacen los sindicatos tanto administrativos como académicos de cualquier universidad, y actualmente también hay molestia porque se han aplicado algunas instrucciones para poner orden en el camino transparente de los sindicatos de la UNICACH.
La conjura y las confabulaciones de los protagonistas de la desaparecida “nomina confidencial” y malos sindicalistas –no todos- de mucha perversidad y bajeza para aprovecharse de la tragedia de David Castillejos, se empezó a desmoronar, al grado que los auténticos estudiantes de la UNICACH observaron que hasta “infiltrados” se encontraban en este penoso caso, y hubo hasta una manifestación y otras reuniones donde se hacían presentes este tipo de personajes infiltrados o porros para crear el caos universitario, pero que se dieron cuenta a tiempo, y tuvieron que ahuecar el ala ante la falta de acreditación de que no eran estudiantes de la UNICACH.
Esta formulita de “corridos y despedidos de la nómina confidencial” de la UNICACH; y algunos intereses de determinados sindicalistas su narrativa se empezó a caer en pedazos, al no encontrar eco en la fragmentación y la división estudiantil, al grado de que el caso empezó a tomar otro cariz, porque en efecto quedó demostrado la importancia que tiene que las Universidades y todas las demás instituciones educativas de Chiapas haya la cultura de los primeros auxilios, y este caso de David Castillejos, no solamente su muerte lamentable ha provocado mayor conciencia social, sino que tanto autoridades universitarias, compañeros y familiares han dejado entrever que haya una legitimidad legal o iniciativa de ley del Congreso del Estado, para definir que haya una legislación humana y con mucha conciencia. y que se le denomine “la ley David Castillejos”, para que se formalice esta educación, formación y aprendizaje que no la hay, de “primeros auxilios”, y todo lo que arrastra esta acepción en materia de salud pública.
Se sabe que la madre de David Castillejos, es una señora que cuenta con el saber, el conocimiento, y la experiencia en “primeros auxilios y protección civil,” y que da cursos, y que en su momento ha dicho que no se culpa de manera personal a alguien, sino se culpa a la ignorancia, y tiene toda la razón, porque falta en las escuelas de Chiapas, la estrategia o la habilidad muy humana de “primeros auxilios” , una habilidad que también se llevaría obviamente a los hogares de los chiapanecos.
Así como existe la maldad y la malquerencia también existe la buena fe y la vibra positiva, y este caso de grilla politiquera, se puede convertir en un escenario propositivo para empezar a confeccionar una ley en Chiapas de primeros auxilios en las escuelas y en los hogares de los chiapanecos, cuyo nombre sea el de “David Castillejos”, en su memoria, y que participen toda la sociedad chiapaneca con sus opiniones, ahora también, que se sufre con este tipo de intoxicaciones masivas dentro de algunas escuelas del estado de Chiapas, y que una ley con características de salud pública específicamente en las escuelas, darían un valor enorme a la conciencia de estar preparados y aptos ante cualquier contingencia con un compañero de escuela o un familiar en el hogar.
“La ley de primeros auxilios David Castillejos” debe de quedar labrado, no para la UNICACH, sino para todo Chiapas, el mejor recuerdo y luto que le podamos hacer al joven fallecido, es honrarlo con su nombre y que nos habrá el mundo de la conciencia y el conocimiento de digerir el valor de lo que es “Los primeros auxilios”.
La grilla barata no cuajo utilizando un pretexto para desestabilizar una institución educativa, pero que esa muerte nos sirva de que falta mucho por hacer, y que mañana los primeros auxilios los puede necesitar usted, o un integrante de su familia. En memoria de David Castillejos, debe florecer lo positivo.
La UNICACH, es un organismo descentralizado, autónomo, de interés público y social, con personalidad jurídica y patrimonio propio, al servicio de los intereses educativos, sociales y culturales del estado de Chiapas, no es de una autoridad, una comunidad estudiantil, es de todo el pueblo y así como se conserva, se rescata y difunde los valores, culturales, históricos y sociales del Estado de Chiapas, la promoción de una ley de “primeros auxilios” tiene un valor sin precedente en la historia de esa Universidad para toda la entidad, y más allá de Chiapas. En fin.