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- El escritor Fabrizio Mejía señaló que a diferencia de otros países, en México los sindicatos tienen control político, el cual es utilizado para obtener privilegios para sus líderes.
La firma del contrato colectivo de Petróleos Mexicanos (Pemex) con Carlos Romero Deschamps“es un mal indicio” y una incongruencia, ya que está sujeto a investigación por el manejo indebido de los recursos destinados a los trabajadores, afirmó la periodista Ana Lilia Pérez.
En Mesa De Análisis, criticó que Pemex haya negociado el primer contrato colectivo de trabajo con Deschamps, sobre todo porque es el más importante debido al volumen de recursos que representa, además de que no va en línea con la política de austeridad del gobierno federal.
La periodista dijo que esperaba que el contrato se transparentara; sin embargo, sólo se difundió un boletín con información a medias.
“No se habla de letras chiquitas del contrato, en las que se mencionan las prebendas como las que entraña la cláusula 251″, que es como “la caja chica del sindicato petrolero, porque al revisar el tipo de gastos que se hacen con estos 8 millones de pesos al mes, se compran cremas de belleza, tratamientos para adelgazar, una serie de cuestiones frívolas que no van en la lógica con este plan de austeridad para Petróleos Mexicanos”, abundó.
En tanto, el escritor Fabrizio Mejía comentó que a diferencia de otras partes del mundo, donde los sindicatos luchan por aumentos salariales y mejores condiciones para sus trabajadores, en México tienen un componente extra: el control político.
Por ejemplo, apuntó, “el sindicato petrolero durante muchas décadas ha servido como un receptáculo de votos hacia el PRI“.
Al recordar que Deschamps está acusado de delitos graves, Mejía indicó que la Cuarta Transformación tendría que avanzar hacia sindicatos más representativos y electos democráticamente.
na Lilia Pérez agregó que el contrato debió darse a conocer desde que Pemex emitió el comunicado donde informa que se negoció.
“El contrato debió estar en la página de Pemex disponible desde el momento en que se firmó, sobre todo cuando se habla de transparencia”, afirmó.
Si bien estuvo de acuerdo en que la negociación haya incluido una revisión salarial en beneficio de los trabajadores, la periodista señaló que debió transparentarse en qué términos se negociaron las prebendas.
“Las cláusulas 251 y 251 BIS se han usado como ‘caja chica’, son millones de pesos que el sindicato usa de manera discrecional. Por ejemplo, gran parte de ese dinero que estaba etiquetado como festejos iba a parar a la construcción de centros que administraba el propio sindicato. Hay un deportivo que se llama Carlos Romero Deschamps, al que se le fue metiendo dinero” y debe ser auditado, abundó.
Por otra parte, la periodista comentó que ha recibido denuncias por parte de los trabajadores de que las becas sólo son entregadas a personas afines a los dirigentes sindicales locales.
Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, dio a conocer que el jueves entró en vigor un protocolo de legitimación de contratos colectivos.
“A partir de hoy va a iniciar un proceso en el cual todos los contratos colectivos tendrán que pasar por un proceso en el cual se consulte a los trabajadores si están de acuerdo o no están de acuerdo con ese contrato colectivo“, dijo.
Al respecto, Mejía observó que hay una especie de trampa, porque no necesariamente el aprobar un contrato colectivo significa la aprobación de la dirigencia sindical.
En ese sentido, consideró que se deberían eliminar las prebendas de las burocracias en general para que los recursos lleguen a los beneficiarios directamente. (iM-rrc)