©AZUL DEL OLMO
El actor mexicano, famoso por su vis cómica, falleció ayer a los 89 años.
El Loco Valdés durante toda su vida, a provocar la risa de quienes lo rodeaban y llevarlos hasta las lágrimas.
Sin embargo, ayer en la madrugada don Manuel provocó la tristeza de las personas que lo admiraban y lo querían. Tras una larga batalla contra el cáncer, el actor falleció a los 89 años, así lo confirmaron sus familiares.
En 2017 El Loco fue diagnosticado con cáncer de piel, ya que presentaba un tumor maligno en la frente. A partir de ese momento, los reportes de ingresos y egresos del hospital se fueron haciendo más frecuentes, ya que se vio sometido a diferentes tratamientos para la enfermedad que hizo metástasis a su cabeza y afectó indirectamente a otros órganos como los pulmones.
Ayer por la mañana, su hijo Pedro Valdés Larrañaga confirmó la noticia a través de su cuenta de Facebook dando detalles de que el deceso ocurrió a las 3:40 horas, el cuerpo fue trasladado a una funeraria de la calle de Sullivan en la Ciudad de México.
“Ya están los que se te adelantaron. Seguramente hay fiesta. Un hombre brillante, inteligente y generoso que logró conquistar un sitio en el público al que siempre llamó mi familia. La familia del loquito Valdés. Simpático, caballeroso y cortés, siempre leal a su familia, a su gente y a sus amigos deja una huella de sonrisas y anécdotas que ya forman parte de muchas leyendas urbanas. Van a surgir biógrafos, reportajes y semblanzas que nos harán recordar tu trayectoria diferente y divertida.
“Manuel, Norma, Francisco, Arcelia, Michell, Pedro, Óscar, Marcos y Cristian, tus hijos. Antonio, tu hermano, tus nietos, bisnietos, sobrinos y toda la familia Valdés. Tu público, estamos contigo, gracias por lo que nos regalaste. Descansa en paz y sigue dando ese maravilloso buen humor y simpatía, te amamos desde siempre”, fueron las palabras que Manuel Valdés, su hijo, dedicó a su padre fuera de la funeraria ayer por la mañana.
Su hijo Cristian mandó condolencias a través de un video.
“Hoy falleció mi padre, don Manuel Loco Valdés. Quiero mandarle un abrazo a toda la gente que lo admiró, que lo siguió, que lo gozó, que gozó su espíritu, sus actuaciones en teatro, en televisión, sus conducciones, su buen humor, su comedia.
“Estoy muy orgulloso de ser su hijo, estoy muy agradecido con la familia Valdés por muchos años de apoyo y cariño en el momento que yo me quise acercar a él. Quiero agradecer a mi madre por hablar tan bien de él, por seguir amándolo, por seguir enamorada de él, es el regalo más bonito que me dio mi mamá y se lo agradezco a ella. Estoy muy triste por la pérdida de mi padre y comparto este dolor con muchísima gente, sobre todo con mi gente de México, un abrazo a los mexicanos y aquí estoy cerquita de los Valdés en este momento tan difícil. Un abrazo, gracias”, dijo Castro.
Si bien Manuel El Loco Valdés perteneció a una de las familias más importantes de actores mexicanos, fue su autenticidad, carisma, sus cejas y sobre todo su comicidad, lo que lo hizo brillar por méritos propios, de la misma forma que sus hermanos Germán Valdés Tin Tan y Ramón Don Ramón Valdés.
Su carrera comenzó en 1945 cuando formó parte, como extra, de la cinta El hijo desobediente, en la que la estrella principal era su hermano Tin Tan. Ahí, con tan sólo 13 años de edad fue donde El Loco descubrió la magia de las luces, los sets de filmación y la emoción de hacer entretenimiento. Su personalidad le dio la visión de que el arte podría ser no siempre tan sobrio y decidió convertirse en un actor completo, que sabía de ballet clásico, pero que no perdía el camino de la comedia.
Después de ese primer trabajo, El Loco participó en más de 50 largometrajes, compartiendo el set con personajes como su hermano Tin Tan en cintas como Dos fantasmas y una muchacha, de dónde surgió un número que se convirtió en un clásico de la comedia mexicana. El tema de El médico brujo, basada en Witch Doctor del californiano Ross Bagdasarian, fue una canción que Valdés interpretó y bailó en la cinta. Fue tal el éxito de la canción, que el comediante la interpretó en cada oportunidad que tuvo, logrando que varias generaciones la conocieran.
También trabajó a lado de María Eugenia Rubio en A ritmo de twist y más recientemente participó en La Leyenda de la Nahuala, en 2007, y Selección canina, en 2015.
Si bien su paso por el cine le dio la oportunidad de representar varios papeles, uno de lo que quedaron grabados en la memoria colectiva fue cuando, ataviado con un traje de pelo negro y una máscara dónde la lengua siempre estaba de lado, le dio vida al lobo en La Caperucita roja, Caperucita y sus tres amigos y Caperucita y Pulgarcito contra los monstruos, dónde compartió créditos con María Gracia, Prudencia Grifell, Beatriz Aguirre, Luis Manuel Pelayo y José Elías Moreno. (iM-rrc)