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La dieta cetogénica consiste en alimentos altos en grasas, bajo en carbohidratos y niveles adecuados de proteína, que puede ser utilizada para tratamiento de epilepsia en algunos niños, menciona la Academia Americana de Pediatría (AAP).
Los infantes que sufren de espasmos reciben tratamiento de la hormona andrenocorticortrópica (ACTH), con el objetivo de frenarlos por completo, mientras el Sabril (vigabatrin) es recetado para las convulsiones.
La dieta cetogénica reduce y previene las convulsiones en niños cuyas crisis convulsivas no pueden ser controladas por los medicamentos o para aquellos que no toleran los efectos secundarios del tratamiento.
Más de la mitad de los niños que llevan una dieta cetogénica reducen las convulsiones a un 50 por ciento, posteriormente su medicación puede ser reducida.
Este régimen alimenticio puede tener efectos secundarios como estreñimiento, reflujo, cambio de peso y cambio en el estado de ánimo.
La AAP señala que la dieta es estricta, toma tiempo y requiere un mantenimiento arduo, pero tiene mejores beneficios para estos niños.