Razones por las que Ninguna Mujer Debería Recibir Visitas Postparto

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Hace casi cinco meses me convertí en madre por segunda vez. Ambos nacieron vía cesárea, sin embargo, la recuperación de mi segundo hijo fue más pesada, el dolor era insoportable y me sentía agotada. Obviamente estaba más que feliz, pero pararme al baño, bañarme y hasta acomodarme para dormir era una tarea titánica, pues el dolor tras la cesárea era muy intenso. 

Las visitas tras las primeras horas del nacimiento de mi hijo no se hicieron esperar, y aunque sabía que no lo hacían en mal plan, me estresaban, pues estaba agotada y adolorida, esto sin omitir que el miedo de que alguno estuviera enfermo, tuvieran las manos sucias, quisieran  cargar o besar a mi bebé y lo pudieran contagiar de algo me ponía los nervios de punta. 

Algunas de las visitas se quedaban hasta horas en la habitación del hospital y yo lo único que deseaba era estar a solas con mi bebé, mi otro hijo y mi esposo. 

Recuerdo que una de las visitas tocó a la puerta de mi habitación, justo cuando las enfermeras me estaban colocando las vendas en mi abdomen, la situación no podía ser más incómoda. Pero eso no fue lo peor, pues hubo quien se atrevió a llegar al hospital ¡enferma y con cubrebocas! Me dio mucho coraje y pareció una actitud totalmente irresponsable de su parte, pues pudo contagiar a mi bebé.  

Me sentía frustrada por no poder externar mi sentir y pedirles que ya no nos visitaran, al menos hasta que mi bebé cumpliera un par de meses, pues temía herir susceptibilidades.

Ahora lo veo en retrospectiva y pienso que no debí quedarme callada, pues tenía todo el derecho a decidir si quería o no visitas postparto.  

Y bueno, una vez que nos dieron de alta y nos fuimos a casa, las visitas postparto continuaron. Algunos al menos fueron de entrada por salida, pero no faltaron los que llegaron esperando una rica comida y que los atendiera aún con mi bebé en brazos y unas “ojeras de plato” porque prácticamente no había dormido, ¡una pesadilla!

Por ello, te quiero compartir las razones por las que NINGUNA mujer debería recibir visitas postparto. Si eres madre no me dejarás mentir y si quieres visitar a una amiga o familar que acaba de convertirse en madre para conocer al bebé, te invito a que lo pienses dos veces antes. 

RAZONES POR LAS QUE NINGUNA MUJER DEBERÍA RECIBIR VISITAS POSTPARTO

– La madre necesita tiempo para conocer a su recién nacido y crear una conexión con él fuera del vientre, sin interrupciones y en un espacio íntimo

– La madre está agotada no solo por el parto, sino por las desveladas con su recién nacido y las visitas impiden que pueda aprovechar cuando duerme el bebé para descansar

– Los ruidos pueden irritar al bebé y afectar la calidad de su sueño. 

– Las visitas pueden generar estrés y tensión en la madre por no cumplir con sus expectativas ni estar al 100 para atenderles.

– La madre necesita alimentar a su hijo, lo que por lo regular requiere de tiempo y paciencia, y hacerlo frente a las visitas puede ser más que incómodo

– La madre desea depositar su atención en su hijo y no en terceros 

– La madre puede sentir tensión al recibir visitas y no poder tener su casa arreglada, pues el bebé es muy demandante

– Las visistas pueden estar enfermas y contagiar al bebé, cuyo sistema inmune es muy débil aún. 

Estas son, desde mi humilde punto de vista, las razones por las que NINGUNA mujer debería recibir visitas postparto. ¿Cuál fue tu experiencia con las visitas postparto?

(iM-rrc).

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