Muchas veces al seguir una dieta nos encontramos con restricciones que no son muy saludables. Según expertos de la American Heart Association (AHA) esto se debería a que muchas de estas prácticas solo se concentran en reducir el colesterol o el sobrepeso, y no las enfermedades cardíacas en su totalidad.
A partir de la publicación de la Guía de 2019 sobre la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares, los especialistas pretenden solucionar estas pendientes.
Aunque en EE. UU. se redujo el número de ataques cardíacos, gracias al uso de medicamentos, campañas de prevención y una disminución en el hábito de fumar, esta tendencia no se apreciaría en los adultos jóvenes.
Un estudio publicado recientemente en la 68ª Sesión Científica Anual del American College of Cardiology (ACC), señaló que ser joven no es una condición protectora y se deben tomar medidas de prevención para las enfermedades cardíacas, como evitar el tabaco y la marihuana, hacer ejercicio regularmente, perder peso si es necesario y consumir dietas saludables para el corazón.
En relación con este último punto, uno de los autores de las nuevas recomendaciones, el Dr. Amit Khera, afirmó “Si se trata de perder peso, algunas dietas pueden ayudarte, pero eso no significa que sean saludables para el corazón”.
Desarrolladas por la AHA y el ACC, las nuevas pautas aseguran que una dieta saludable y nutritiva puede ayudar a reducir el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
También podrían “reducir o revertir” la obesidad, el colesterol alto, la diabetes y la presión arterial alta, todos considerados factores de riesgo para enfermedades del corazón.
¿Qué alimentos son buenos para el corazón?
Las nuevas pautas aconsejan un alto consumo de frutas, verduras, legumbres, nueces, granos enteros y “proteínas vegetales o animales magras (preferiblemente pescado)”. Se destacan en las directrices, las dietas a base de plantas y mediterránea.
Esta última, que en realidad no es una dieta específica, sino un reflejo de los hábitos alimenticios de distintos países que bordean el mar Mediterráneo, incluye menos carnes y carbohidratos que una dieta estadounidense típica.
Cuenta con muchas verduras, frutas, grasas saludables (como el aceite de oliva), pescado graso, granos enteros, semillas, legumbres, vino tinto y lácteos.
Se ha comprobado que la dieta mediterránea además de mejorar la salud del corazón, beneficia al cerebro, el rendimiento físico y la longevidad.
Otra opción similar, pero con una mayor cantidad de proteínas provenientes de lácteos bajos en grasas y cortes de carne y pollo, es la dieta DASH..
Ambas evitan los alimentos con alto contenido de grasas saturadas y trans, alimentos que también, desaconsejan en las pautas.
Actualizaciones saludables
El profesor Khera observó que las pautas de prevención anteriores limitaban los enfoques dietéticos a disminuir la presión arterial y los niveles de colesterol. La nueva actualización proporciona un enfoque completo para tomar decisiones saludables para el corazón y reducir el riesgo cardiovascular en general.
También recomiendan limitar las carnes procesadas, los carbohidratos refinados y todos los tipos de bebidas endulzadas debido a su relación con un mayor riesgo de muerte y problemas cardíacos.
Los autores también señalaron que ciertas dietas populares en los últimos años, incluidas aquellas bajas en carbohidratos y altas en grasa o en proteínas, se han relacionado con la muerte temprana.
El Dr. Kim Williams, otro miembro del comité de redacción de la guía, dijo que estas dietas de moda, incluida la dieta Keto, ganan terreno porque a menudo producen resultados rápidos.
“Cuando sufres una pérdida de peso espectacular, tu diabetes mejorará o incluso se normalizará y la presión arterial también bajará. ¿El colesterol? No tanto”, afirmó William.
Por ello, el autor sostuvo que cuando se trata de prevenir enfermedades, la nutrición basada en frutas y verduras, como es el caso de la dieta DASH y mediterránea, es lo que mejor funciona.