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La vitamina D tiene un lugar importante en la salud en general ya que se comprobó que puede ofrecer diferentes bondades. Pero, si la consumes en forma de suplemento para fortalecer el corazón, una reciente investigación tiene malas noticias para darte. Tras analizar a más de 25 000 personas los autores concluyeron que los suplementos de vitamina D no reducen el riesgo de tener o morir por un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular (ACV).
El trabajo, publicado en New England Journal of Medicine en 2018, formó parte de un reciente metaanálisis publicado en JAMA. Según los expertos, la creencia de que esta vitamina podía ser de ayuda para el corazón se fundó a partir asociaciones.
Muchos estudios habían encontrado que las personas con niveles bajos de vitamina D en sangre tenían un mayor riesgo de padecer ataques del corazón, derrames cerebrales, insuficiencia cardíaca y hasta muerte prematura.
No es el único beneficio que se asocia con este nutriente, además de su rol en la fortaleza de los huesos. Por ejemplo, un ensayo realizado con más de 79,000 participantes encontró que esta vitamina sería capaz de ayudar a prolongar la vida de las personas que padecen cáncer. Otro estudio mostró que un déficit de vitamina D sería capaz de afectar las conexiones de las neuronas, afectando entre otras cosas, la memoria.
Incluso una reciente investigación halló que la suplementación de vitamina D mejoró significativamente la sensibilidad a la insulina y la función de células beta en individuos con alto riesgo de diabetes o con diabetes tipo 2 recién diagnosticada. Sin embargo, las asociaciones no siempre significan causalidad.
Esto puede apreciarse con el nuevo trabajo de la doctora JoAnn Manson, donde se suministró un suplemento diario de 2.000 unidades (IU) de vitamina D o un placebo a más de 25 000 personas. “La pregunta clave fue si se necesita más vitamina D de lo requerido para la salud ósea, para poder tener una salud cardíaca óptima. Basándonos en la investigación disponible, parece que la respuesta es no”, afirmó la experta.
Manson, profesora de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y jefa de medicina preventiva en el hospital Brigham and Women’s Hospital en Boston, dijo que hasta los participantes del estudio que en un comienzo tuvieron niveles bajos de vitamina D, no tuvieron un menor riesgo de ataques del corazón o ACV como resultado de los suplementos.
“Hay estudios prometedores que indican que la vitamina D podría reducir el riesgo de la insuficiencia cardíaca, pero eso necesita investigarse más. No obstante, la evidencia hasta la fecha dice que tomar suplementos de vitamina D con dosis entre moderadas y altas no parece reducir el riesgo de padecer ataques de corazón o cerebrales”.
Precauciones
Conocida popularmente como la vitamina del sol, la vitamina D es un nutriente que se encuentra en alimentos, como atún, salmón, huevos, leches fortificadas o cereales, suplementos y que nuestro cuerpo puede utilizar gracias a la luz solar. Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), el consumo diario recomendado sería:
- En infantes de 0 a 12 meses: 10 gramos.
- En niños de 1 a 18 años: 15 gramos.
- En adultos hasta los 70 años: 15 gramos.
- En mujeres embarazadas o en periodo de lactancia: 15 gramos.
- En adultos mayores de 70: 20 gramos.
Debido a que la vitamina D se produce principalmente por síntesis en la piel después de exponerse a la luz solar, los investigadores se enfocaron en el efecto que este suplemento tiene en personas con piel de pigmentación oscura, por eso más de 5 000 de los 25 871 participantes del estudio fueron afroamericanos.
“Nos interesó mucho determinar si la vitamina D tiene un beneficio mayor en personas afroamericanas, y en efecto, vimos señales, como en la reducción del cáncer, pero sin estadísticas significativas. En cuanto a la salud del corazón, no vimos beneficios adicionales basados en raza o etnia”, explicó Manson.
Los especialistas creen que estos hallazgos son importantes para personas que toman, por ejemplo, suplementos de vitamina D en mega dosis por arriba de 10 000 unidades diarias, ya que podrían estar provocando algún daño si no lo hacen realmente por necesidad médica.
Sobre esto, la autora del meta análisis que incluyó el trabajo de Manson, la doctora Erin Michos, señaló que las personas que toman suplementos de vitaminas aun sin tener una deficiencia diagnosticada tendrían mejores resultados enfocándose en llevar un estilo de vida saludable.
“La gente desperdicia dinero en suplementos con la esperanza de obtener una panacea beneficiosa. En realidad, y para la mayoría de las cosas, todos los nutrientes necesarios se pueden obtener de una dieta sana para el corazón, junto con actividades físicas normales y mantener un peso corporal saludable. Y concluyó: “Muchos tratan de encontrar una solución fácil con una píldora mágica, y eso realmente no existe”.
(iM-rrc)