Redacción
Tapachula, Chis; MAR. 20 (interMEDIOS).– La limpieza y el orden en los espacios públicos no solo son responsabilidad de las autoridades, sino también de quienes los habitan y los hacen parte de su día a día. En el Mercado San Juan, los locatarios han demostrado que cuando hay unión, voluntad y compromiso, es posible transformar cualquier espacio en un lugar más seguro, saludable y acogedor para todos.
Siguiendo las instrucciones del presidente municipal, Yamil Melgar, y bajo el liderazgo del secretario de Servicios Públicos, Paul Muñoz, se llevó a cabo la limpieza profunda del Estacionamiento Norte, un área que, por años, no había sido intervenida de esta manera. Lo que comenzó como una jornada de mantenimiento se convirtió en una muestra de trabajo en equipo, donde comerciantes y personal administrativo unieron esfuerzos para devolverle vida a un espacio esencial para la actividad del mercado.
Estas acciones fueron coordinadas por el administrador del Mercado San Juan, Alejandro De La Rosa, quien ha trabajado de la mano con los locatarios para fomentar una cultura de limpieza y conservación dentro del mercado. Su labor ha sido fundamental para que este emblemático espacio comercial no solo funcione de manera eficiente, sino que también se mantenga en óptimas condiciones para el beneficio de vendedores y clientes.
La iniciativa no solo fue bien recibida, sino que también despertó un sentimiento de orgullo y pertenencia entre quienes día a día hacen del Mercado San Juan un punto clave en la economía local. “Este es nuestro espacio, nuestro lugar de trabajo y queremos verlo limpio, presentable y digno para nosotros y para nuestros clientes”, compartió uno de los locatarios, reflejando el espíritu de colaboración que hizo posible esta transformación.
Los locatarios han tomado como referencia el ejemplo de trabajo inspirador que ha impulsado el secretario Paul Muñoz, quien ha recorrido cada rincón del municipio supervisando y promoviendo acciones que garanticen espacios públicos limpios, ordenados y funcionales. Su compromiso con el bienestar de la ciudad ha motivado a comerciantes y ciudadanos a involucrarse activamente en la mejora de su entorno.
Más que una simple limpieza, esta jornada representó el inicio de una nueva cultura de conservación, en la que cada persona entiende la importancia de cuidar los espacios comunes, porque mantenerlos en buen estado es sinónimo de respeto, bienestar y progreso.
El Mercado San Juan no solo es un centro de comercio, es un símbolo de historia, esfuerzo y tradición. Acciones como esta reafirman que cuando una comunidad se une, el cambio es posible y duradero.
Este esfuerzo conjunto entre locatarios, personal administrativo y autoridades es un ejemplo de lo que se puede lograr cuando existe la voluntad de mejorar, inspirando a otros mercados y espacios públicos a seguir el mismo camino. Porque un mercado limpio no solo es más atractivo, sino que también es reflejo de una comunidad fuerte, organizada y comprometida con su propio bienestar. (iM-rrc).