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- La alimentación en la menopausia es un tema clave que puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las mujeres en esta etapa. Con una dieta equilibrada es posible prevenir muchas complicaciones, como la osteoporosis.
Durante la etapa de la menopausia el organismo sufre una serie de cambios fisiológicos evidentes producidos por la falta de estrógenos. Estas modificaciones hormonales producen una variada sintomatología, así como cambios en la composición corporal. Por ello hace falta cuidar la alimentación en la menopausia. ¡Descúbrelo en este artículo!
Alimentación y menopausia, ¿qué debes saber?
Cuando una mujer llega a la etapa de la menopausia presenta una serie de manifestaciones clínicas como:
- Sofocos
- Irritabilidad
- Ansiedad
- Sequedad vaginal
Además, se asocia también el período con cambios importantes en la composición corporal debido a la falta de estrógenos. Se produce una disminución de la masa magra y del tejido adiposo abdominal. La reducción de la masa magra conlleva una reducción de las necesidades energéticas, lo que se traduce a veces con el aumento de peso de 2-3 kg o más.
Otro gran problema fisiológico con repercusiones en la nutrición, que puede manifestarse en esta edad, es la descalcificación de los huesos con pérdida de masa ósea y la aparición de osteoporosis. En las mujeres, la descalcificación suele empezar inmediatamente después de la menopausia y aumenta la incidencia de fracturas.
Con la aparición de la menopausia vemos también un incremento de la arteriosclerosis, con un elevado riesgo de padecer otras patologías como:
- Diabetes
- Hipercolesterolemia
- Hipertensión arterial
Por lo tanto, queda claro que prestar atención a la alimentación en la menopausia es fundamental para la mujer. Algunos trastornos de la nutrición que se pueden presentar en la menopausia pueden ser prevenidos en cierta medida con una alimentación equilibrada llevada a cabo a lo largo de la vida.
Dieta y menopausia
La alimentación en la menopausia, cuando no existen complicaciones metabólicas o enfermedades asociadas, consiste en llevar una alimentación saludable prestando atención a la ingesta de calorías de determinados nutrientes.
Aporte energético
La cantidad de calorías ingeridas debe adaptarse a las necesidades de cada mujer. Debemos tener en cuenta que, según estima el comité de la FAO/OMS, a partir de los 40 años las necesidades de energía disminuyen un 5% cada década. Esta circunstancia no suelen tenerla en cuenta la mayoría de las mujeres, lo que da lugar a un aumento de peso que puede resultar en obesidad.
Macronutrientes
Las preferencias dietéticas en la menopausia cambian. Se produce un aumento en la ingesta de grasas y disminuye la de nutrientes saciantes, como son las proteínas y la fibra.
Es importante cuidar el origen de las grasas, sobre todo dando preferencia a las grasas vegetales frente a las animales. Así como aumentar el consumo de ácidos grasos poliinsaturado -presentes en el pescado–, ya que ayudan a controlar la salud cardiovascular.
Vitaminas y minerales
Hay que tener especial atención con el calcio y el magnesio para la prevención de la osteoporosis posmenopáusica. Así como la vitamina D es necesaria para el metabolismo fosfocálcico.
La importancia de la soja en la menopausia
La soja forma parte de la alimentación habitual en los países asiáticos. Se ha visto que las mujeres en estos países presentan una sintomatología menopáusica menos intensa que las occidentales.
¿Y esto a qué se debe? La soja tiene un alto contenido de fitoestrógenos. Los fitoestrógenos son sustancias de origen vegetal, de estructura parecida a los estrógenos. Las más comunes son las isoflavonas como la genisteína y la dazdeína.
También los ácidos grasos de la soja contienen efectos beneficiosos para las alteraciones lipídicas. Algunos estudios relacionan el consumo de proteína de soja con la prevención del cáncer de mama y de colon.
Recomendaciones dietéticas para la alimentación en la menopausia
Como hemos visto, es importante seguir una adecuada alimentación para disminuir los síntomas, mejorar la composición corporal y prevenir ciertas patologías asociadas a esta etapa. Por lo tanto:
- Consume alimentos de origen vegetal por su aporte en fitoestrógenos -isoflavonas de la soja- y por la fibra soluble -sobre todo en frutas, verduras, legumbres, avena- que ayuda a disminuir el colesterol.
- Aumenta el consumo de lácteos, pescados azules, verduras de hoja verde, semillas y frutos secos para tener un buen aporte de calcio y vitamina D.
- Prioriza los alimentos vegetales frente a los animales, y reduce el consumo de grasa animal.
Empezar a cuidarse antes de empezar con la menopausia es fundamental para disminuir los síntomas y controlar el peso. Además, no te olvides de hacer ejercicio físico, ya que el ejercicio reduce la pérdida de músculo, aumenta el gasto calórico y fortalece los huesos. (iM-rrc)