Comentario Zeta Por Carlos Z. Cadena ( 09 NOVIEMBRE)

Se restaura el Estado de Derecho en los altos de Chiapas. No al chantaje de grupos.  

El mismo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido muy sistemático en sus “mañaneras” de que “nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho” y lo ha repetido con el único afán de que siempre prevalezca la paz social y el Estado de Derecho, por encima de la anarquía, el desconcierto y la ilegalidad y que prepondere en todo el país, desde el norte hasta el sur de la República mexicana.   El orden constitucional y a que la gente tiene derecho para vivir en paz, se está imponiendo en San Cristóbal de las Casas, y que un grupo delincuencial no puede estar por encima del pueblo, sobre todo cuanta se ataca la convivencia social del municipio más turístico por excelencia en Chiapas.  

Desde la semana pasada la Fiscalía General del Estado (FGE), a logró vinculación a proceso penal en contra de Pablo “N” presunto líder de los «Motonetos», como probable responsable del delito de Homicidio Calificado cometido en agravio de Mateo «N»., y se le impuso prisión preventiva oficiosa y se otorgó tres meses para la investigación complementaria.  

Eso ha originado una serie de manifestaciones de este grupo delincuencial que ha sido tema nacional e internacional, porque utilizan sus motocicletas para cometer diversas tropelías, abusos, y excesos que cotidianamente tiene con el “Jesús en la boca” a los Sancristobalenses, pero que además hace arruinar y desmantelar   el turismo de toda la geografía de los altos de Chiapas, que como nunca en su historia vive sus peores momentos de violencia, desamparo y tragedia.  

Ahora hay que aplaudir y reconocer la acción de nuestras autoridades estatales y federales, donde  ayer en San Cristóbal de las Casas,  sobresalió la aplicación del   Estado de Derecho, porque nuevamente se les impide que sigan con sus atrocidades para chantajear la libertad con su jefe de los motonetos que se encuentra en la cárcel,  y con su proceso penal, y los grupos policiales han sido apremiantes y obligatorios para rescatar el orden y la legalidad para que no se sigan dando bloqueos y otros actos de terrorismo social, más allá de que podrían próximamente empezar a detener a otros líderes que han hecho de San Cristóbal de las Casas, la ciudad que después de haber sido “Pueblo mágico” paso a convertirse “en pueblo trágico”.   

San Cristóbal de las Casas, reclama paz social y orden constitucional, y hoy nuestras autoridades de Chiapas y federales, no pueden soslayar su encomienda y responsabilidad pública ante el azote y flagelo de un grupo v minoritario que tanto daño económico le ha hecho a esta región de Chiapas, porque ha estancado el turismo, y que ya lleva varios años. Bien por el gobernador Rutilio Escandón, y bien por las fuerzas federales del General Luis Rodríguez Bucio, comandante general de la Guardia Nacional.  

Chiapas y menos México se puede arrodillar con un grupo de motociclistas delincuentes que se han apoderado de toda una ciudad que merecen vivir en paz y franca armonía.  

“De verdad que duele, lo que está pasando en San Cristóbal de las Casas” dijo ayer en tribuna del Congreso del Estado, la diputada Fabiola Ricci Diestel, casi a sollozos y en lamentos. Y en efecto no se vale, lo que le duele a San Cristóbal, le duele a Chiapas.  Nunca es tarde para aplicar el Estado de Derecho.  

Siguen causando problema los Estudiantes de la Mactumactzá. Urge poner orden.  

No solamente siguen arreciendo los problemas de los estudiantes de la Mactumactzá, que ahora no solamente bloquean vialidades del Norte Poniente sino paralizan obras emblemáticas, y lo peor utilizan armas más peligrosas que pueden ser mortales en contra de la sociedad Tuxtleca.  Se trata de un problema donde también urge el Estado de Derecho, que, por años, y ya dentro de una “tradición y practica violenta” salen de sus aulas de escuela para imprimir un fantasma de la violencia que ha causado viacrucis dentro de la convivencia social de la capital chiapaneca. 

En escenarios más peligrosos ahora usan bombas molotov, buscando generalizar el pánico y el miedo a la población, no importando que haya victimas de todas las edades y más cuando se utiliza al terrorismo para detener una obra pública de gran trascendencia social para los Tuxtlecos, y los que viven en esta ciudad Tuxtleca.  Las ultimas presunciones delos estudiantes de convertirse en terroristas, también debe de llevar ya de una vez por todas una plataforma inteligente de estrategia para sobreponerse como autoridad a esta embestida de miedo que insistimos, los que más sufren son la población, la familia Tuxtleca.  

Es penoso decirlo, pero ya se sabe que son algunos maestros que consecuentar este tipo de barbarie estudiantil, y hasta los empujan a cometer las fechorías, y ahora estos actos muy graves llegando originar este tipo de sucesos delincuenciales –porque no son otra cosa- que podrían alcanzar a víctimas inocentes. Más allá de que se interrumpe una obra pública emblemática como es un paso a desnivel de los más grandes de los libramientos viales de la capital, se arrojan bombas molotov, como si la sociedad fuera una población en un campo de guerra. Urge poner orden y restablecer la ley.  Ver para creer.  

50 años de la leyenda de la banda del Pañal. – El próximo sábado 19 de noviembre, en el salón “Premier” de la capital Tuxtla Gutiérrez, (3ª. Norte Poniente numero 1380) se llevará a cabo el recuento de afectos, cariños y aprecios de esa leyenda que se llama “La banda del Pañal”, un recuento de lucha social que emprendieron toda una generación de jóvenes de Tuxtla Gutiérrez, y que se extendió a otras ciudades de Chiapas.  Un evento que empezará a las 11.30 de la mañana, y donde podrán converger los primeros “pañales” de Chiapas, y donde también habrá reconocimientos, y todo lo que implica esa “leyenda generacional”.  Se esperan los hijos y los nietos de “La Pañalada aldeana”. Así que ya lo sabe.  

Una pregunta al Sabinato: Todo mundo se pregunta qué ¿ocurrió con el Kiosco dela Plaza Central? que dejó el gobierno del gran Juan Sabines Gutiérrez, que ocurrió con las “bancas de fierro forjado” de la misma Plaza central, y ya no se diga del piso de mármol traído de Cárrara Italia, de la región Toscana, donde se encuentra la industria Marmolística mejor de Europa. Y la pregunta hay que hacérsela a los propios Sabinistas, nada menos que a los del gabinete de Juan Sabines Guerrero, “El junior Cónsul” que según dicen fue cuando desapareció todos estos monumentos que arrastran historia.  

No se llevaron a los Apóstoles porque estaban a 20 metros de altura de la catedral de San Marcos, además estaban los sacerdotes vigilando que no entrara un funcionario público del Sabinato.  Que brutos…Vaya manera de saqueo entre familias. Destruyeron el parque y redujeron el centro por su pésima planeación y desaparecieron joyas históricas que marcaron una narrativa en Tuxtla Gutiérrez. Una postal infame y la verdad que pobre Plaza Central, ahora la SEDATU federal, hasta hortalizas fue a sembrar al pleno parque central. El corazón de la ciudad ahora convertida en Hortalizas. Dese su vuelta. Dixe.  

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