Comentario Zeta 18/11/2019

©Carlos Z. Cadena

 

El gobierno federal debe implementar estrategias de seguridad  y migración en la frontera sur.

El gobierno federal de México,  debe de asumir una   mayor responsabilidad en su frontera sur, limítrofe entre Chiapas y Guatemala,  respecto al problema grave de “seguridad nacional”,  con relación a la apertura que autorizo con abrirle la puerta a todos los migrantes que pidan asilo  y refugio en esta puerta del país, donde han llegado decenas de miles de migrantes de Honduras, el Salvador, Guatemala, Haití, Cuba  y de al menos 26 países del continente Africano. Si bien es cierto que existía siempre  los éxodos migratorios de estas naciones pero dentro de su etapa  de “operación hormiga”, desde que México y la Secretaria de Relaciones Exteriores que dirige Marcel Ebrard, firmaron el pacto mundial de migración en Marrakeish, en diciembre  pasado- se cumplirá un año-,  el monstruo migrantes creció en grado  de alarmante a grado impresionante.

Si bien existía inseguridad en esta frontera sur en otros tiempos, y muy en especial los municipios fronterizos de Chiapas, donde se incluye a Tapachula, como la ciudad principal de esta puerta mexicana, nadie podrá negar que justamente el año que lleva las caravanas migratorias, las postales de violencia se han acentuado,  porque hay gente que sus requerimientos son válidos para convertirse en “migrantes necesitados”  para buscar asilo o refugio en México, pero hay grupos también de delincuentes y  maleantes de pandilleros marasalvatruchas y de otros grupos o simplemente facinerosos que delinquieron en sus países y buscan el momento de huir para México aprovechando esas caravanas o éxodos migrantes.

Un escenario  migrante que golpea la seguridad pública del sur de México, es la que se vive en Tapachula. Esas postales de que extranjeros que asesinan a policías municipales de Tapachula, de que últimamente matan, degollan y castran a pandillero,  hecho por también pandilleros juveniles maras, o la del viernes que cuatro personas son ultimadas a balazos por otro grupo sospechoso, muestran que   la apertura de extranjeros que entran al territorio nacional  y esa firma de Marrakeish,  y que ni siquieran se llevan registros de quienes son y cómo se llaman, fue un error de operatividad política, y que por quedar bien ante el mundo, México se descompone, se desordena  y trastorna en su seguridad nacional, que hoy sufre el sur pero que con el tiempo sufrirá el centro y norte del país, porque esas grupos de extranjeros se quedaran en tierras mexicanas.  

El gobierno federal debe de voltear sus ojos  al fenómeno migratorio, porque es falso que se esté controlando los éxodos de extranjeros. No hay un solo día  donde no se vean cola de migrantes en las oficinas de COMAR, y otras oficinas adyacentes del Instituto Nacional de Migración (INM).  Hoy esa pasividad  e inmovilidad de las autoridades federales del INM, están creando que entren flujos de extranjeros que mañana serán  un problema en otros lugares de la geografía nacional. Hoy el asunto de inseguridad con el fenómeno migratorio se vive en esta puerta del sur del país, mañana será en el centro y después norte del país, donde se unificaran los carteles o mafias de grandes envergaduras con el fenómeno migratorio, porque no hay una vigilancia y cuidado  estricto de quienes están ingresando a México vía Chiapas.   

El gobierno federal del Presidente Andrés Manuel López Obrador, debe de proveer mayores recursos públicos a los municipios fronterizos de Chiapas, al menos para enfrentar a la violencia e inseguridad extranjera. Ellos abrieron de par en par las  puertas de la frontera sur, ellos deben de suministrar  los ingredientes financieros y tácticos para evitar que se sigan dando escenarios grotescos de criminalidad y violencia en esta parte del estado de Chiapas y de México. Sería  injusto –porque ellos tienen los datos reales –

No solamente tienen el deber de aportar mayores presupuestos federales en favor de las policías municipales, para la compra de equipo policial, vehículos, motocicletas, sino que también –OJO- se debe de reordenar la estrategia de los agentes de migración pertenecientes al INM, que cuente  con mayor número de elementos el INM de Chiapas,  así como contar con un mejor parque  vehicular y táctico  para hacerle frente a los éxodos migratorios en la frontera sur, donde muchas  veces observamos las  grandes “golpizas” que le daban a nuestros agentes migratorios y hasta a los integrantes de la Guardia Nacional, que al menos en esta puerta mexicana, queremos decirle que es pura  falacia que hayan seis mil elementos en esta región del sur del país. Nada más falso.   

Aun el grave problema del pacto mundial de Marrakeish firmado por el gobierno del Presidente López Obrador,  en diciembre del año pasado, será a la larga el peligroso “desordenador” y “Perturbador”, de la estabilidad social de los mexicanos, aún en Palacio Nacional no se ha digerido que es un problema fatal el que se le esté dando el ingreso a cientos de miles de extranjeros, y lo grave es que la percepción que hay en Centroamérica  es que en México al migrante se le está recibiendo con los brazos abiertos y con trabajo, lo que obliga a pensar todavía aún en mayor vulnerabilidad para que la gente se siga viniendo a tierras mexicanas.  

Es falacia y disfraz, que por la frontera sur de México están entrando los extranjeros más necesitados, los que huyen de sus países  por la violencia y la pobreza,  evidentemente no se le puede señalar que en efecto están ingresando extranjeros que arrastran necesidades por diversa índole, pero los éxodos de migrantes llevan más que eso, se han visto cientos quizás miles de pandilleros marasalvatruchas; y nos decían hace tres meses que se detectó  también que se estaban  “colando”  los criminales y delincuentes  más peligrosos de Honduras y El Salvador, que han cometido delitos dolosos en sus países y que aprovechan esta política de ” brazos abiertos a la mexicana”, para poderse filtrarse a México y aprovechar huir de las autoridades también de esos países.

Insistimos ojala las autoridades federales de México,  abastezcan de presupuestos adicionales o que lo compre la federación directamente a los municipios –Chiapas- del sur de México que sufren las consecuencias del fenómeno migratorio, y que se haga de esta puerta mexicana una frontera más profesional y madura para atender la problemática migratoria que es la que nos está pegando con la inseguridad en el sur de México. Inclusive hay otros municipios en el centro y los altos de Chiapas que también ya están resintiendo la problemática del fenómeno migrante de extranjeros que como “Juan por su casa” se están metiendo a nuestro país.

Definitivamente es un problema de seguridad nacional lo que se vive en esta parte de la patria. El concepto de seguridad nacional  es muy claro y transparente, se refiere a la noción de relativa estabilidad, calma o predictibilidad que se supone beneficiosa para el desarrollo de un país. Mientras que los objetivos clásicos de la seguridad nacional consistían en prevenir o rechazar amenazas militares de estados, en la actualidad las amenazas a la seguridad nacional son más difusas, e incluyen la delincuencia común, el terrorismo, las mafias, los riesgos medioambientales, y (ojo)  fenómenos sociales de escala global como las migraciones masivas. Dixe.

(iM-rrc)

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