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isiblemente conmovido, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió en abrazo cariñoso a Rosario Ibarra, a quien le ratificó su compromiso de hacer todo lo humanamente posible para dar con los desaparecidos ya que ningún grupo de interés creado podrá impedir saber la verdad sobre las desapariciones que cometieron gobiernos autoritarios.
Es una responsabilidad que voy a cumplir, voy hacer todo lo que humanamente sea posible para dar con los desaparecidos”.
Al dirigir su mensaje, después de que su hermana María del Rosario recibió el galardón a nombre de su mamá, casi al finalizar, Claudia Piedra le dejó en custodia la medalla al mandatario y le pidió que se la devolviera hasta que hayan regresado los desaparecidos.
Señor presidente Andrés Manuel López Obrador, querido y respetado amigo: No permitas que la violencia y perversidad y la de los gobierno anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia; no quiero que mi lucha quede inconclusa, es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector; , mientras la vida me lo permita seguiré en mi empeño hasta encontrarlos ¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!”, dijo.
Entregan la medalla Belisario Domínguez a Rosario Ibarra
A través de una de sus hijas, la activista Rosario Ibarra de Piedra -fundadora del Comité Eureka dedicado a combatir la desaparición forzada de personas- demandó al actual gobierno poner fin a su inacabable esperanza de saber dónde está su hijo, Jesús Piedra Ibarra, desaparecido desde 1974 a la edad de 19 años por pertenecer presuntamente a la Liga Comunista 23 de Septiembre.
¿Y qué ha pasado? A más de un año de ese gobierno que creyeron firmemente que sería el añorado y con el cual no habría ningún obstáculo qué salvar o acuerdo qué negociar como en antaño y no ha sido así, la justa ira de mi nieto es el resultado de saber que las familias de Eureka hoy seguimos igual que hace tantos años recibiendo escarnio y burla de los funcionarios”, señaló Claudia Piedra Ibarra.
Poco antes del discurso que puso de pie a todos los asistentes, una compañera de muchas batallas de la galardonada habló en nombre del Senado de la República.
La medalla que lleva el nombre de aquel chiapaneco ejemplar, se le otorga a una ciudadana lastimada por la violencia, una madre a la cual le fue arrebatado un hijo sin siquiera tener la certeza de su destino, una digna mexicana que en su andar de los últimos 40 años ha fundido el pesar personal con el dolor de la patria, Rosario Ibarra de Piedra”, comentó la senadora Ifigenia Martínez Hernández.
Posterior a la entrega de la medalla, se develó en el muro de honor de la antigua sede del Senado de la República el nombre de la galardonada y minutos más tarde, se montó una guardia de honor en la estatua del revolucionario ilustre y valiente Belisario Domínguez Palencia, quien denunció la traición de Victoriano Huerta a la nación mexicana. (iM-rrc)