©Mary Jose Díaz Flores
*La Crisis de las universidades sin solución
De acuerdo a un análisis realizado por la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu) se requiere por lo menos 2 mil 500 millones de pesos para rescatar del quebranto a 10 universidades públicas del país que enfrentan una crisis financiera, entre ellas, la Unach en Chiapas que derivado de las malas administraciones apenas respira; y es que en la mayoría de los casos se incrementó la plantilla laboral, producto de las negociaciones con los sindicatos, sin pensar en la carga financiera, aunado al recorte de los fondos extraordinarios entre los que se encuentran el apoyo a la calidad, la expansión de la oferta y la atención a problemas estructurales, que han tenido una reducción acumulada de poco más de 34 mil millones de pesos.
Lo peor es que de acuerdo a la Anuies, en el Presupuesto de Egresos programado para el 2020 no se incluye el fondo especial para cumplir la obligatoriedad de la educación superior previsto en la Reforma Educativa promulgada el 15 de mayo pasado, donde se necesitaría al menos 7 mil 678 millones de pesos y al no tenerlos no se alcanzará la tasa bruta de cobertura de al menos 50% en el año 2024, la cual implica atender poco más de un millón de nuevos estudiantes en las instituciones de educación superior públicas.
La Asociación asegura que el crecimiento en el número de alumnos atendidos es menor al financiamiento que las universidades han recibido. De acuerdo a su análisis, mientras la matrícula ha crecido 122.7% entre el 2000 y el 2019, el presupuesto federal respectivo lo ha hecho en 75.2%, “lo que ha tenido como consecuencia que la inversión por alumno decrezca en más del 21.3%”.
De esta manera en la actualidad se pone en riesgo la educación superior de más de medio millón de estudiantes que van a estas escuelas y que representan un 32 por ciento de la matrícula nacional, ya que no hay manera de resolver el problema financiero, donde los rectores juegan un papel muy importante en el tema de gestión, sin embargo muchos se la pasan en firma de convenios, sin importarles el tema que los tiene al borde de la desaparición.
Y es que finalmente el gobierno federal pretende crear 100 nuevas universidades como parte de sus promesas de campaña, que podrían tener menos carga financiera al no contar con sindicatos que son los que succionan mayor presupuesto y de esta manera sanear el sistema educativo que se encuentra en graves problemas pues incluso han dejado de pagar otras obligaciones como las relacionadas con seguridad social, el Impuesto Sobre la Renta, Impuesto al Valor Agregado, seguros de vida y créditos con diversas instituciones, incluyendo las de vivienda que representa la principal deuda para la universidad de Chiapas y del Estado de México, por cierto.
Pero no solo eso, resulta que para saldar algunas deudas los rectores de las universidades también se endeudaron y adquirieron préstamos bancarios que, por incumplimientos, han generado mayores intereses, aumentando con ello, la deuda de las instituciones públicas a lo que se le suma la disminución del subsidio federal, la disminución de los fondos extraordinarios de la Secretaría de Educación Pública durante 2016 y 2017.
A esto se le suma la corrupción que es evidente con el tema de la “estafa maestra” a la que han sido vinculadas las instituciones educativas que presuntamente hicieron convenios con secretarías de Estado para hacer servicios, aunque en algunos casos las empresas subcontratadas resultaron ser fantasmas, es decir una ralla más al tigre, pues este tema ha sido considerado un megafraude.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) en México, sólo 17 de cada 100 personas logra cursar estudios de nivel superior, esta situación afecta más que nada a los estudiantes pobres, que en la mayoría de los casos no pueden costear una escuela privada y tampoco tienen la oportunidad de acceder a las instituciones públicas , por tanto la oferta de las 100 universidades nuevas en el país son un aliciente para quienes tienen el deseo de terminar estudios universitarios, solo falta que se haga realidad pues muchos de los planteamientos del gobierno federal no han aterrizado conforme a lo planteado.
Aunque en el caso del quebranto de las universidades a lo mejor la estrategia del gobierno federal de abrir nuevas instituciones y declarar en quiebra financiera a las que ya están, resulta la mejor solución, pues como le decía anteriormente de esta manera se podrá deshacer de los sindicatos sobre todo en las universidades que están en números rojos como Morelos, Chiapas, Edomex, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Zacatecas.
Lamentablemente con tan poco presupuesto asignado al rubro de educación será difícil cumplir con la promesa de que todos los jóvenes tendrán acceso a la universidad pública gratuita, que además requiere de empleo y en eso, el gobierno federal ya está reprobado en estos momentos.
Con Filo
Lo bueno es que hay otras universidades en Chiapas que tienen el tema financiero resuelto y no solo eso, destacan también en materia de calidad, por ejemplo la Politécnica de Chiapas que dirige acertadamente Navor Ballinas, ocupa la primera posición con el 100 por ciento de matrículas en el Padrón Nacional de Programas Educativos de Calidad (PNPEC), asimismo se ubica en segundo lugar con el 81.4%, el Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez; y 3er lugar, la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) que dirige Rodolfo Calvo Fonseca y que da resultados competitivos al estar en los tres primeros lugares y sobre todo por encima de la que se conoce como máxima casa de estudios con el 78.2%; mientras que la Unach que dirige Carlos Notaren Nandayapa, un académico e investigador que generó muchas expectativas lamentablemente ubica a la institución en 4º lugar, con el 77.8% y en el 5º lugar, el Instituto Tecnológico de Comitán 61.4% que con menor matrícula va elevando su status.
(iM-rrc)