Por Jose Luis Gálvez Gómez
Politólogo
Contradicciones que matan.
En los últimos días el gobierno federal ha mostrado severas contradicciones en 2 asuntos de suma importancia para el sostenimiento de la democracia y la confianza gubernamental, aunque no sea la primera vez, recordemos una de sus frases célebres que por cierto se ha convertido en el fundamento de sus explicaciones ante los cuestionamientos ciudadanos, “yo tengo otros datos”.
El primero caso se refiere a la intención del presidente por desaparecer el INAI, que es el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, para mudar la tutela del derecho al acceso a la información pública gubernamental a la Secretaría de la Función Pública, bajo el argumento de ser un organismo que “no sirve, que consume miles de millones de pesos y que solo se usaba como tapadera de la corrupción de los gobiernos neoliberales anteriores.
Para empezar, el INAI si ha servido y mucho, ya que gracias a investigaciones hechas por reporteros, periodistas y medios informativos y a la disponibilidad de datos, salieron a la luz pública actos de corrupción y abuso de poder como por ejemplo, la “Estafa Maestra” atribuida a la exsecretaria de Desarrollo Social Rosario Robles hoy en la cárcel, la “Casa Blanca” de la esposa del expresidente Enrique Peña Nieto, el “Cartel de la Comida” sobre contratos millonarios durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, el “País de las 2 mil Fosas” donde se expuso la magnitud de la violencia entre 2006 y 2016 en al menos 24 estados de la República, las “Empresas Fantasmas” de Javier Duarte para el desvío de recursos públicos, “Fueron los Federales” por la masacre de civiles en Apatzingán, Michoacán o el caso del “Desvío de 156 millones de pesos por parte del Ejército Mexicano” que manipuló con empresas fantasmas de 2013 a 2019. Sucesos que incluso sirvieron al actual presidente para convencer a la ciudadanía de que votaran por él; es decir, si ha servido y también utilizó dicha información para su campaña.
En realidad este instituto gasta solo el 0.01% del presupuesto total para los organismos autónomos, además de que cuando pasó de ser IFAI a INAI su demanda anual promedio de solicitudes de información gubernamental pasó de 73 mil a 373 mil hasta apenas el año pasado.
La otra gran contradicción se dio a partir de cuando el gobierno de Estados Unidos detuvo al exsecretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos; a pesar de que el gobierno mexicano lamentó los sucedido, el Presidente sentenció que era una muestra inequívoca de la descomposición del régimen en decadencia repleto de corrupción e impunidad y un mes después todavía reafirmó esta garantía, profundizando que el regreso del General a México para nada sería un acto de impunidad, pero ahora resulta que la Fiscalía General de la República lo exonera de cualquier delito y el mismo Presidente dice que Estados Unidos inventó y fabricó todo.
Parece que en su desesperación por querer demostrar lo malo que hicieron los gobiernos anteriores ante los mexicanos, terminan por tragarse sus propias palabras y hacen cosas iguales o hasta peores bajo un discurso lleno de falsedades que día a día se van descubriendo.
El gobierno actual presume de ser transparente pero la gran mayoría de sus contratos los asigna directamente y además quiere desaparecer el Instituto de la Transparencia; alardea de honestidad pero muchos de sus familiares están involucrados en actos de corrupción y a su hermano le remodela su estadio de beisbol cuando muchos recursos deberían dirigirse para atenuar la pandemia, se jacta de ser democrático como si fuera una simple palabra que sólo adorna un discurso dirigido a las masas, cuando en realidad la democracia implica toda una forma de vida institucional, de derechos y libertades.
Las apariencias engañan, las palabras tienen poder, no nos acostumbremos a lo mismo de siempre, busquemos siempre la verdad y cuestionemos todo, nadie es dueño de la verdad absoluta, las contradicciones solo generan confusión, mala reputación y pérdida de credibilidad.
Hoy el Gobierno sólo quiere que sepamos su versión de los hechos con sus propios datos, quieren desaparecer todo por lo que ellos mismos lucharon durante tantos años y esa, es la más grande contradicción. (iM-rrc)