2021, el Punto de quiebre.
En las campañas políticas y en la ingeniería electoral, los números mandan, por tanto, conocer y analizar las múltiples encuestas y estudios de opinión, sobre distintos temas sociales, económicos, políticos y hoy sobre la pandemia, nos permiten tener una visión real de lo que está pasando en nuestro país y poder prospectar escenarios posibles que se pueden presentar para las próximas elecciones del 2021.
Pero hay una encuesta que motiva este análisis. Es una encuesta realizada en los Estados donde habrán de elegir el próximo año 2021 a sus gobernadores. En ella, todos los candidatos de Morena aparecen con el mayor porcentaje de simpatía, lo cual es entendible ya que pertenecen al partido en el poder, ganaron la última elección, tienen a su disposición las instituciones y los recursos, muchos posibles candidatos son funcionarios públicos y la fuerza del Estado los ampara.
En cambio, los otros partidos políticos tienen buena presencia, pero ninguno entra en una competencia franca con Morena. Sin embargo, aparece un dato importante y peligroso que no debemos perder de vista, y es el porcentaje de ciudadanos que no contestaron sobre si apoyarían a un partido o a un candidato en particular, a este sector comúnmente se le conoce como “los indecisos”.
Pero de acuerdo a todas las demás encuestas y tomando en cuenta todo lo que ha venido sucediendo en nuestro país, sumado a las expresiones diarias del Presidente en sus mañaneras, pasando por el decrecimiento de la economía nacional, el aumento en el desempleo, el aumento de la violencia, el incremento en los precios de la canasta básica, los nuevos impuestos, el aumento del costo en la energía eléctrica, los muertos por la pandemia, la implementación de los programas sociales, los pequeños créditos a través de una carta firmada por el propio ejecutivo del Estado mexicano, la puesta en marcha de los megaproyectos del Presidente, los resultados de la austeridad republicana, el no endeudamiento del país, la demanda de insumos y equipamiento por parte de los doctores y las enfermeras, el enojo de los empresarios, la aparición del Frente Nacional AntiAMLO (FRENAAA), la indignación de los ingenieros civiles, el descontento de las mujeres maltratadas, etc, etc..
Son Todos estos signos que generan un sentimiento nacional, los cuales seguramente van a influir en la decisión electoral en la jornada del 2021 y sobre la renovación de la Cámara de Diputados Federal, lo cual se convertirá en el punto de quiebre para el destino de nuestro país.
Ante el escenario de que Morena es el enemigo a vencer por parte de los partidos opositores y que esta arriba en las preferencias electorales ¿que podrían hacer estos para entrar de lleno a la contienda?
Los partidos de oposición bien podrían conformar un Frente Común Opositor, donde con gran habilidad política y capacidad de negociación puedan aliarse para que al sumar sus porcentajes puedan enfrentar a los fuertes candidatos de Morena. Asimismo, también podrían sumar el descontento de varios sectores de la sociedad que se han visto afectados por las decisiones del Gobierno Federal.
Morena por su parte, seguramente continuará aliado con los partidos Verde, PES y el PT y seguro echará mano de todo el aparto de gobierno, para mantener ese apoyo social que anteriormente le dio el triunfo, pero que hoy ha sido socavado por el propio ejercicio del poder, aunque primero deberá saber sortear sus disputas internas y aguantar las consecuencias de las mismas palabras y decisiones del Presidente. Asimismo no olvidemos que MORENA es un partido con mucha simpatía por su líder pero sin estructura y con una militancia superflua.
Si se logran hacer estos pactos y empatar técnicamente las preferencias electorales, ambos tanto los opositores como Morena y sus aliados, deberán ir tras los votos de ese importante y peligroso índice denominado “Los Indecisos”, que serán quienes seguramente definirán las elecciones en cada Estado y la mayoría en la Cámara Baja.
Si gana las mayoría el bloque opositor, los contrapesos se mantendrán y la “frágil democracia mexicana” podrá continuar existiendo, pero si repite el partido en el gobierno, entonces nos preparemos para la muerte de la democracia en México y nos preparemos para el establecimiento de un nuevo Régimen, el Régimen de un solo hombre, de una sola voz.
Así es la Política, así es la lucha por el Poder.