©Carlos Z. Cadena
Mentes fanáticas y toxicas contra pactos y negociaciones en Chiapas
Afloran los malquerientes y antagonistas del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo invitara a una reunión a Palacio Nacional con los integrantes de la CNTE, que representa Pedro Gómez Bahamaca, donde también asistieron el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán y la secretaria de Educación estatal, Rosa Aidé Domínguez Ochoa, y donde evidentemente el testigo de honor fue el propio López Obrador, y quien fue el que organizó y emprendió este advenimiento grupal, y que tuvo como resultado el acuerdo para la firma de un pacto democrático entre el gobierno de Chiapas y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Ni habían transcurrido minutos cuando se dio a conocer esta noticia a través de las redes sociales, donde se publicaron también fotografías de la reunión con los protagonistas mencionados, cuando los dolores estomacales y diarrea de algunos empezaron aflorar¿ del porque el gobernador de Chiapas había asistido a una reunión con el dirigente de la CNTE Pedro Gómez Bahamaca, al que días antes, se le había iniciado al menos 8 carpetas de investigación, y había prometido este controvertido dirigente sindical que iniciaría un paro de labores en contra de la educación de los niños y jóvenes de Chiapas?.
Nos llamó la atención que muchos comunicadores fueron los primeros que abrieron esta feroz campaña de enojo y desagrado en el sentido de que el gobernador de Chiapas, había participado en la reunión con el dirigente magisterial Gómez Bahamaca, y que nunca debió de haber ido por todo el panorama que había sucedido entre carpetas de investigación, marchas y promesas de paros de la educación, y que en efecto se ha satanizado la imagen del liderazgo magisterial al que se le señala desde hace años de ser el promotor y enemigo número uno de los múltiples problemas que giran alrededor de la educación en la entidad.
Sin embargo, hay que decirlo y subrayarlo, el gobernador de Chiapas Rutilio Escandón, fue llamado por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para estar presente en esta reunión, donde la política de “Amor y paz”, de López Obrador, obligó a celebrar esta reunión con el magisterio disidente, para evitar un paro educativo en Chiapas, y otros problemas que se pudieran suscitar, pero de todo esta postal, ¿porque recriminar al gobernador y no al Presidente?, quien fue el que encausó la reunión, y México se vive por un pacto federal.
Es un caso de sentido común y no de apretujamiento de vísceras, dolores estomacales o diarrea, porque muchos hablaban hasta de que la tercera guerra mundial empezaría en Chiapas, solamente porque el gobernador fue a esta reunión que invitó el Presidente de México. Se visualizó de que, por esta acción de distensión Presidencial para resolver un problema de educación en Chiapas, lo mejor para Chiapas hubiera sido paro e inmovilización magisterial, cárcel para los de la CNTE o que se diera un enfrentamiento violento entre la policía estatal y los maestros con resultados funestos. Más que buscar una solución al problema de Chiapas, para muchos lo que querían era sangre, violencia y tragedia.
Lamentable esas mentes con este fanatismo y delirio a la violencia y a que haya más enfrentamientos y provocaciones, que negociación y pactos. Son actitudes toxicas de la gente que en el fondo arrastran problemas con la cuarta trasformación y que todo vaya pesimamente mal, y cuando hay una solución pegan el grito en el cielo. Sus razones habrá tenido el Presidente López Obrador, para asumir esta situación y buscar este pacto de civilidad y bilateralidad entre gobierno de Chiapas y magisterio disidente. Además, así lo viene haciendo el mandatario mexicano con otras secciones magisteriales en el país y otros sectores de la sociedad también que arrastran problemas. Lo ha repetido una y mil veces: En México Amor y paz”.
¿Porque los Chiapanecos no culpan al Presidente de México y lo acusan de ser el promotor de la problemática chiapaneca? Me decía un amigo, que este fenómeno de enojo de chiapanecos solamente porque fue el gobernador a Palacio Nacional, a reunirse con Pedro Gómez Bahamaca, es el mismo actuar que tienen con el reconocimiento que le hace el Presidente López Obrador al exgobernador Manuel Velasco Coello. Pegan el grito y hacen en los calzones cada vez que López Obrador reconoce a Velasco Coello, y les da diarrea más cuando los periodistas de la ciudad de México, escriben que Velasco Coello, es y será un gran operador político de López Obrador en su sexenio.
Otro caso parecido es el del alcalde de Tapachula, Oscar Gurria Penagos, quien desde hace años guarda una amistad entrañable con el Presidente López Obrador, alrededor de 40 años, y eso sus malquerientes y adversarios del PRI, no lo perdonan, por eso las grandes campañas en contra y Gurria Penagos simplemente responde a los Tapachultecos con trabajo y responsabilidad pública. Hasta en las “Mañaneras” han ido para meter gol, y pegarle a Gurria Penagos, y el Presidente ni los peló, porque sabe, que atrás de la campaña que existe, hay al menos tres personajes en Tapachula, que eran de MORENA, pero quisieron “pasarse de vivo” y antes del 1 de julio fueron proscritos de la campaña a la Presidencia Municipal, y a eso hay que agregarle la politiquería del PRI, que es la que ha gobernado toda la historia Tapachula.
Es un escenario de fatalidad estomacal que sufren los adversarios de algunos protagonistas políticos que giran alrededor de la figura Presidencial. El gobernador Rutilio Escandón, es amigo también de décadas de López Obrador y han caminado a la par junto con Alejandro Encinas en grandes proezas de política entre el gobernador, AMLO y Encinas. Recorrieron un par de veces el país. Manuel Velasco, su abuelo, es de los primeros amigos que tuvo López obrador cuando Don Fernando Coello Pedrero, vivió en Tabasco y después trajo a Tuxtla a los verdaderos padres de AMLO, quienes vivieron meses aquí en la capital de Chiapas. Gurria Penagos es amigo de López Obrador, desde cuando el alcalde de Tapachula, era joven y tenía melena y bigotes negros. Fuimos testigos de al menos dos llamadas que le hizo siendo ya el Presidente López Obrador, en ese momento “Presidente electo” a su amigo Gurria. Nadita.
En resumen, en esta cuarta transformación, en el gobierno LopezObradorista, duele mucho ser amigo de López Obrador, que es a quien deben se culpar de lo que sucede al menos con estos tres personajes de la política chiapaneca, el gobernador, el senador y el alcalde de Tapachula. Se supone que quien mueve la varita mágica en el país, es Andrés Manuel López Obrador, y el decide, y si se equivoca vuelve a decidir, y el con su “Amor y Paz”, seguirá siendo amigo de toda la vida de estos tres personajes públicos de Chiapas, los seguirá apoyando, así truene, relampaguee, tiemble y vengan huracanes, con sus adversarios gratuitos en Chiapas.
Si lo que sucedió con este pacto en Palacio Nacional, entre el gobernador y Gómez Bahamaca, es únicamente exclusivo dela forma de pensar y actuar del Presidente López Obrador. A él deben de culpar y querellar, los que sufren de dolores estomacales. ¿O no?